La Asociación Animalista Libera ha denunciado ante el Defensor del Pueblo una "cacería para abatir lobos" que tendrá lugar este domingo en Xove y que cuenta con permiso de la Consellería de Medio Ambiente.
Esta batida, que se desarrollará en los terrenos del coto de caza El Azor, que también se extiende a los municipios vecinos de Cervo y Burela, es criticada por los animalistas al considerar que "la autorización no se ajusta a la normativa autonómica".
Desde Libera han denunciado el "nefasto papel" del Concello de Xove y de su alcalde, que "en los últimos meses ha alentado un odio hacia los cánidos salvajes" por las "supuestas pérdidas" que sufren las ganaderías de la zona.
Asimismo, critican al consistorio xovense por "no haber puesto en marcha medida preventiva alguna en todo este tiempo" para justificar ahora estas batidas.
Según los animalistas, el Plan de Xestión do Lobo de 2008, todavía vigente, indica que este municipio de la comarca de A Mariña se encuentra en la "zona 3", lo que implica que "los controles tendrán carácter excepcional y sólo podrán ser realizados por los agentes de la Consellería competente en materia de medio ambiente" y que "en ningún caso" se podrían autorizar batidas para "aficionados a la caza".
Por este motivo, Libera trasladará al Alto Comisionado su "protesta por el permiso de la montería", que "según diferentes entidades conservacionistas se habría realizado en contra de los propios informes técnicos", con lo que "el atropello a esta especie protegida sería todavía mayor".
Los animalistas han señalado asimismo que "no existe aval científico alguno" sobre las "supuestas ventajas de la caza de lobos", ya que "todos los trabajos profesionales" coinciden en que "matar a este carnívoro ni arregla ni contribuye a reducir el número de visitas a explotaciones ganaderas", por lo que entienden desde Libera que "esta autorización tiene un interés más político que profesional".
Desde el colectivo han recordado de manera irónica la "gran capacidad" de los cazadores en estas acciones, como sucedió durante el trascurso de una batida autorizada en Friol en el año 2017, que acabó con "un perro abandonado tiroteado por los escopeteros".
