La demolición de la fábrica de gres de Burela cambia su fachada marítima

La localidad queda abierta al mar en una explanada en la que el Concello espera poder desarrollar un proyecto de carácter público
El faro de Burela, visible desde la zona. DV
photo_camera El faro de Burela, visible desde la zona. DV

La demolición de la antigua fábrica de gres de Burela que se ultima estos días cambia por completo la fachada marítima de la localidad, que queda abierta al mar en una explanada de unos 8.000 metros cuadrados que el gobierno local espera poder convertir en un espacio público. Los trabajos están a punto de terminar con el desalojo de los escombros, aunque los últimos días están parados por la huelga en el transporte. En pie solo quedan algunas de las fachadas que son un patrimonio que hay que conservar.

Una vez terminados los trabajos de desescombro habrá que dejar asentado el terreno y a partir de ahí ya se podría actuar. Los proyectos para este espacio pueden ser varios, pero todo pasa por la negociación con los propietarios. De hecho esta negociación ya está en marcha desde finales del año pasado cuando el alcalde, Alfredo Llano, anunciaba las conversaciones con el fin de desarrollar en esta zona "un proxecto de futuro que implique un espazo público que contribúa a darlle singularidade á vila". La idea con la que trabaja en principio el Concello es hacer la zona visitable colocando unos paneles informativos contando la historia de la antigua fábrica que abrió sus puertas en 1908 de la mano de la familia Cucurny, que contaba con otra en Cataluña. De hecho la calle que separaba la fábrica de la Praza da Mariña lleva el nombre de Leandro Cucurny.

Precisamente esta calle se ensanchará una vez retirados los muros con lo que la zona ganará en accesibilidad. Según avanzó el alcalde hace unos días también se baraja la posibilidad de estudiar una petición a Portos para arreglar los tejados de los talleres situados en la parte baja, ya en terreno portuario.

El alcalde no oculta que esta superficie es "un espazo fundamental para Burela" y darle un uso público vinculado a la historia local supondría dotar la localidad "dun proxecto con sentido histórico, cultural e turístico". Además de lo que supone para la fachada marítima contar con este espacio abierto, que además entra en la política del equipo de gobierno de abrir la localidad al mar. En este sentido, el Concello ya manejaba un proyecto para crear una zona de ocio y comercial detrás de Capitanía, una zona pegada a esta explanada.

Por el momento y a falta de más información al respecto de las negociaciones con los propietarios, una firma vinculada la promoción inmobiliaria que la adquirió en subasta por más de 600.000 euros, el suelo es propiedad privada y está catalogado en el Plan Xeral como de uso industrial y comercial.

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