"Creo que ninguno debería ir al mar sin una PCR previa"

Diana Bermeo, mujer de un marinero del Siempre Antares hospitalizado por covid, pide cribados previos
Un barco arrastrero en el puerto de Burela. JOSÉ M. ALVEZ
photo_camera Un barco arrastrero en el puerto de Burela. JOSÉ M. ALVEZ

"Como mujer de marinero creo que ninguno debería ir al mar sin una PCR previa, a pasar semanas en un barco que es un espacio pequeño y donde se acaban contagiando todos", reclama Diana María Bermeo, la mujer de uno de los marineros del Siempre Antares hospitalizado con covid.

Es el caso del barco de su marido, con base en Celeiro, en el que todos los tripulantes dieron positivo. Uno de ellos, un hombre de 56 años, fue rescatado por Salvamento Marítimo y trasladado al hospital de A Coruña donde falleció. Otros tres fueron ingresados a su llegada a puerto y, de estos, su marido fue posteriormente trasladado al Hula.

Diana cuenta que su marido le explicó que a los pocos días de salir, el compañero que finalmente murió empezó a presentar síntomas parecidos a los de una gripe. Malestar, dolor de huesos, fiebre... Con el tiempo, otro, y otro, y otro, empezaron de igual forma. El primer afectado dejó de salir de su habitación y otros más comenzaron a manifestar síntomas.

La mujer no entiende por qué, en la pesca, como en otros sectores, no se hacen pruebas regulares previas a embarcarse. Explica que ella, auxiliar en una residencia de mayores, se somete a una prueba cada 15 días y recuerda que si una de sus compañeras se va unos días de vacaciones antes de incorporarse al trabajo debe contar con el resultado negativo de la PCR.

En el caso de los marineros, que van a pasar semanas embarcados, compartiendo un lugar reducido sin posibilidad de mantener las distancias, estarían también justificadas. "Sobre todo porque nosotros, estando en tierra, tenemos la posibilidad de ir al hospital si empeoramos pero un marinero no puede saber si va a volver a tiempo", dice.

Además, insiste en que no es esta una situación excepcional. Y realmente no lo es. La semana pasada fue el barco de su marido el que volvió con la tripulación infectada, un marinero en un estado de gravedad extrema y otros tres en una situación que requirió ingreso inmediato. Los fue a buscar la ambulancia a su llegada a puerto. Esta semana es otro barco, esta vez en Burela y en el que trabaja el primo de su marido, el afectado, aunque por el momento sin que se hayan producido ingresos a consecuencia de ese brote.

"No es solo que se pone en riesgo sus vidas, es que además pueden contribuir al colapso del sistema sanitario. ¿Qué pasa si en un mal momento llega un barco con varias personas muy malitas?", se pregunta.

Por su parte, el jefe de Neumología del Hula, Luis Pérez de Llano, coincide plenamente con esa demanda. "Me parece indignante que no se hagan PCR a personas que van a pasar tiempo trabajando en un espacio reducido y sin posibilidades de acceso rápido al sistema sanitario. Debería de exigirse que todos se hicieran una antes de subir al barco", dice y aunque admite que la garantía no es absoluta, sí mejoraría las actuales condiciones.

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