ESPECIAL FIN DE AÑO ► A MARIÑA

La crisis del aluminio movilizó toda una comarca

Las protestas contra los despidos en San Cibrao reunieron a miles de personas que apoyaron sin fisuras a los trabajadores
Dos trabajadores de San Cibrao, en una de las manifestaciones por el futuro de la producción de aluminio. ARCHIVO
photo_camera Dos trabajadores de San Cibrao, en una de las manifestaciones por el futuro de la producción de aluminio. ARCHIVO

El anuncio de Alcoa con su intención de aplicar un despido colectivo a 534 trabajadores de la planta de Aluminio de su factoría de San Cibrao —que afectaría a prácticamente otros tantos en las auxiliares— a finales del mes de mayo iniciaba una lucha sin fin, por el momento, de los trabajadores del complejo para evitar dejar en una actividad meramente residual a la única planta de producción de aluminio de España.

Los trabajadores, que llevaban años alertando de la falta de inversiones en la planta y de que algo así podía suceder, no tardaron en reaccionar y dos días después del anuncio de la multinacional, el 30 de mayo, salían a la calle en Ribadeo en una manifestación multitudinaria que cortó la A-8 y que mostró lo que sería la lucha de unos trabajadores, apoyados por toda una comarca, y que marcaría todo 2020. 

Ya en aquel momento la plantilla pedía la intervención inmediata de la factoría porque no veían viable que Alcoa accediera a dejar sus planes de despido. Pero solo era el principio de meses de lucha y desde las administraciones se apelaba al diálogo para buscar una solución a la crisis abierta. Bajo el grito unánime de 'As cubas non se paran', que pasaría a convertirse en un himno de las movilizaciones junto a otros lemas como 'A Mariña sálvase loitando', se sucedieron las manifestaciones en Xove, Viveiro, Foz, San Cibrao o Burela a lo largo del mes de junio mientras la empresa hablaba de periodo informal de consultas sobre los despidos. 

Con los trabajadores y la sociedad en la calle, la empresa anunció el inició del periodo formal de consultas el 25 de junio y hasta el 23 de julio, prácticamente un mes que después sería ampliado hasta el 4 de agosto con la disposición de la empresa de estudiar incluso una posible venta de la planta. Paralelamente, los trabajadores siguieron manifestándose y forzaron la convocatoria de una reunión de la mesa multilateral, con representación de los sindicatos, el Gobierno, la Xunta y Alcoa, para abordar el futuro de la planta. 

Con el final del año llega un nuevo ofrecimiento a la multinacional para negociar, que se materializará ya en 2021

La aparición en agosto del grupo británico Liberty House como comprador para la planta llenó de esperanza a los trabajadores, que en todas sus protestas ya empezaron a apelar al comprador y a pedir a Alcoa que abandonara San Cibrao. Pero la cosa aún se complicaría más cuando Alcoa rechazó vender su planta no solo a Liberty sino también a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). La multinacional americana apoyó en exigencias no razonables su negativa a ambas ventas y precipitó que los trabajadores acudieran a la justicia en busca de una solución que ellos siempre creyeron que es política. 

Y así las cosas se llegó a los tribunales para paralizar un Ere que en aquellos momentos ya afectaba a 524 trabajadores, diez menos que el anuncio inicial. Y la justicia habló. Finalmente la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) paralizó el expediente, un día antes de Nochebuena. Una sentencia que acaba de recurrir Alcoa ante el Supremo. 

Mientras todo este proceso seguía, las posturas de las administraciones fueron cambiando y tanto Gobierno central como Xunta dejaron ver la posibilidad de intervenir la empresa si no había otra posible solución aunque es un extremo del que nunca se habló de manera tajante. Ambos gobiernos trabajaron juntos para poner contra las cuerdas a la multinacional y forzarla a negociar. 

El último movimiento, la convocatoria de urgencia por parte del Ministerio de Industria de la mesa multilateral para el pasado lunes, que se saldó con una nueva invitación a Alcoa para reanudar las negociaciones. Será ya en 2021. 

Por su parte Liberty House sigue interesada en hacerse con la planta mariñana. 

Comunicaciones
Mientras A Mariña sigue luchando por conservar su pulmón económico todavía sigue teniendo pendientes inversiones básicas para su sector productivo. Las comunicaciones son, sin duda, el talón de Aquiles de la comarca, sobre todo de la parte occidental, pendiente desde hace años de una vía que vertebre la costa y la comunique con la A-8 y con A Coruña. Hasta el momento solo se hizo realidad un tramo del corredor costero, competencia de la Xunta, entre Xove y Viveiro.  

Y la A-8 sigue con el cuento de nunca acabar de la niebla en O Fiouco. Los prototipos escogidos para solucionar el problema están probándose a la espera de que 2021 sea el año de la solución.

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