La costa mariñana quedará alejada de la última oleada de calor de agosto

Las temperaturas estuvieron todo el verano por debajo de los 30 grados, registrándose las máximas en las estaciones de Lourenzá y Santa Cruz, donde se alcanzaron los 29
La playa focense de A Rapadoira, con gran afluencia este martes. PALEO
photo_camera La playa focense de A Rapadoira, con gran afluencia este martes. PALEO

Las temperaturas de la costa lucense volverán a quedar por debajo de las que se pronostican para otros puntos de Galicia y el resto de España durante la que podría ser la última ola de calor del mes de agosto, que se prevé que comience este jueves y que en algunos puntos llegue acompañada de tormentas.

La comarca acumula un verano sin apenas sol y así tuvo en los meses de julio y agosto niveles de insolación que oscilaron entre el 30 y el 40%. El coordinador del área de observación y climatología de Meteogalicia, Santiago Salsón Casado, indica que los niveles de radiación solar se redujeron hasta esos porcentajes debido a una disminución de los días completamente despejados, ya que la mayoría estuvieron dominados por nieblas o nubes.

El tiempo estuvo "agradable, con ambiente suave y temperaturas estables", resume Salsón de lo que va de verano en la comarca. Las estaciones meteorológicas ubicadas en Burela o Santa Cruz de O Valadouro marcaron este mes porcentajes de insolación comprendidos entre el 30 y el 33%, mientras que en Pedro Murias (Ribadeo) se situaron entre el 35 y el 40%. Las cifras son similares a las del pasado mes de julio.

El agua del mar osciló este mes entre los 20 y los 22 grados, casi al mismo nivel que la temperatura ambiente exterior 

Al comparar la situación con la de las Rías Baixas, A Mariña tendría prácticamente la mitad de jornadas soleadas, según Santiago Salsón. En cuanto a las temperaturas máximas, los puntos de medición con que cuenta Meteogalicia en Lourenzá y Santa Cruz arrojaron los registros máximos, con unas absolutas de 29 grados centígrados.

Las marcas son similares en otros puntos de la comarca, las estaciones de Foz y Ribadeo contabilizaron 27 grados, tres más que la de O Penedo do Galo, en el concello de Viveiro. Esta diferencia térmica se debe a la situación de la vivariense en la cima de un monte. Aunque a esa altitud la temperatura desciende, al nivel de la costa sería semejante a la registrada en las otras localidades del litoral mariñano, según este especialista. 

La media de las máximas o promedio mensual resulta un poco inferior, pues en Lourenzá se situó en 24, mientras que en Foz o Ribadeo quedó en los 22 grados. Siempre en el interior mariñán las temperaturas están un poco por encima de las del área costera. Y en julio fueron "un poco más frescas, un grado o dos menos de media", señala Salsón.

La Costa lucense sí puede competir en lo referente a las temperaturas del agua, que este mes osciló entre los 20 y los 22 grados, mucho mejor que la del litoral del Atlántico de Galicia, donde hubo unos tres grados menos. A Mariña tenía este martes 19 grados. Los meteorólogos consideran "difícil de determinar" si estamos ante el final del verano, dado que en la primera quincena de septiembre "si esta tónica continúa posiblemente haya días buenos".

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