Confinados juntos se lleva mejor la cuarentena

Vecinos de dos bloques de Burela organizan bingos, sesiones vermú, clases de zumba y hasta fiesta de disfraces desde sus terrazas.

La unión hace la fuerza, al menos contra el aburrimiento, y los saben bien los vecinos de los números 5 y 6 de la calle Manuel Murguía de Burela. Dos bloques enfrentados, pero solo físicamente, porque han demostrado que están más unidos que muchas familias y organizan desde sus terrazas bingos, clases de zumba, sesión vermú y hasta fiesta de disfraces, como la que disfrutaron en la tarde de ayer, que fue todo un éxito y les valió unas cuantas risas.

"La idea surgió porque vi en internet que había gente que vivía en urbanizaciones que hacían cosas similares, así que pensé que podía ser una buena idea trasladarlo aquí y se lo comenté a los vecinos, que se animaron rápido, no hubo que forzarlos", cuenta Carla Fra, una joven de 18 años de edad, de la que partió la propuesta.

Son una veintena los vecinos que se han sumado a la iniciativa, la mayoría de los últimos pisos con terrazas contiguas, pero también de otras plantas que, cada fin de semana, acuden puntuales y bien arregladitos a la una en punto a tomar el vermú, para el que no escatiman detalles ni pinchos, ni tampoco música de pachanga, de la que se encarga Víctor, otro de los jóvenes que se alza con el título de Dj oficial.

Otra de sus principales diversiones es el bingo, con una infraestructura que ni la Ume. "Como no teníamos el juego utilicé un collar de bolas de mi madre y le pinté los números y los días que jugamos les paso los cartones por Whatsapp al grupo que hicimos", explica Carla.

La joven es también la encargada de cantarlos para lo que se vale de un altavoz. "Hay tres líneas y quien acierta tiene la potestad de elegir una canción que cantamos todos juntos e igual el que hace bingo, pero ahí ya añadimos baile", asevera entre risas.

Tras el juego, viene el ejercicio, con las clases de zumba que les prepara María José poniendo así en práctica lo aprendido antes del confinamiento. "La verdad es que nos sirve para evadirnos un poco de esta situación", apunta Carla, quien no duda es señalar a su padre como la gran revelación de estas jornadas de diversión.

Unos días en los que habido cánticos especiales, como el Hola don Pepito… para festejar el santo de las, curiosamente, tres María Josés del grupo, aunque el más emotivo fue el Cumpleaños Feliz que le dedicaron a Mateo en su sexto aniversario. Un detalle que ayuda a compensar "que lo tuviera que cancelar por culpa del coronavirus" como le dijo el niño a su madre, pero a buen seguro  será un cumpleaños que no olvidará.

Cada fin de semana el crío, junto a sus dos hermanas, sale al balcón para disfrutar con sus vecinos de una fiesta que ya han acordado seguir celebrando cuando pase la cuarentena. "El primer fin de semana que estemos libres, haremos una cena todos juntos", adelanta Carla, quien de momento se queda "con la fortuna de tener estos vecinos, que han pasado de ser simples conocidos a compartir nuestro día a día, formando así una gran familia".

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