El Concello de Viveiro recuperará 429.000 euros de 1,3 millones que reclamaba por O Celeiriño

Las obras que se llevaron a cabo provocaron el desalojo de un grupo de vecinos 

Demolición de casas en O Celeiriño. AMA
photo_camera Demolición de casas en O Celeiriño. AMA

El Juzgado de Viveiro condena a la promotora Inmo Xerión, al arquitecto y a dos aparejadores por los daños en siete casas antiguas del barrio que se derrumbaron al excavar el solar para el nuevo edificio. La sentencia reconoce los gastos de alquileres por realojos, pernoctas en hoteles y comidas de vecinos afectados pero no la partida completa de 873.216 euros que concedió el IGVS para que compraran nuevas viviendas.

Si bien el Concello de Viveiro reclamaba 1,3 millones de euros por todos los gastos ocasionados en el derrumbe de casas y realojo de vecinos del barrio celeirense de O Celeiriño en 2008, el Juzgado de Viveiro solo aprecia derecho a indemnización por 429.000 euros pues, o las valoraciones de las casas perdidas difieren o la demanda está insuficientemente documentada.

La sentencia condenatoria del tribunal vivariense, que es posible recurrirla por ambas partes, alcanza a la promotora Inmo Xerión S.L. y al arquitectos y dos aparejadores directores de la obra del edificio, a los que achaca una conducta "altamente negligente", rechazando la pretensión de estos de que el propio Ayuntamiento de Viveiro debería haber mantenido en buen estado el saneamiento municipal y debería haber informado del estado del barrio, condicionando la licencia antes del inicio de las obras.

Al contrario, los jueces afirman que el consistorio tenía que conceder la licencia al cumplir el promotor la legalidad urbanística, independientemente de la técnica constructiva que Inmo Xerión debiera emplear. Argumentan además que el mal estado del barrio era un hecho público y notorio en aquella época pues, además uno de los codemandados admitió que en ventanas de casas de las calles Amargura, Golondrina y Atalaya había ‘cruces de San Andrés’ para evitar derrumbes en las fachadas.  Tras las obras en el solar del edificio nuevo, siete viviendas vecinas sufrieron daños estructurales, señalando los técnicos consultados una relación directa entre los trabajos y los daños.

El juzgado reconoce los gastos ocasionados por el realojo de vecinos en el hotel Las Sirenas o las comidas en el Restaurante Louzao cuando tuvieron que ser evacuados de sus casas por peligro de derrumbe, así como los de alquiler de otras viviendas, posteriormente. Sin embargo, el fallo impide al Concello recuperar la partida completa que otorgó el Instituto Galego da Vivenda e Solo para que siete vecinos pudiesen comprar nuevas viviendas, y que ascendía a 873.216 euros. Al contrario, el tribunal solo reconoce que los vecinos tenían derecho al valor de las viviendas en el momento del suceso y que, tras las diferentes peritaciones, concluye en un monto de 283.858 euros. Tampoco atiende otras reclamaciones municipales, o bien porque no fueron suficientemente documentadas o porque el 'ornato' en obras posteriores de saneamiento no es indemnizable, según el tribunal. La sentencia puede ser recurrida por las partes.

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