El Concello de Mondoñedo expone a los vecinos la mejora de la Praza da Catedral

El proyecto incluye una ampliación en 75 metros cuadrados del cantón grande con el desplazamiento de las escaleras
La Praza, hoy y en 1921. ÁLVEZ ARCHIVO
photo_camera La Praza, hoy y en 1921. ÁLVEZ ARCHIVO

El Concello de Mondoñedo ha convocado a los vecinos a una reunión este miércoles en el auditorio municipal para dar a conocer el proyecto de reforma previsto para la Praza da Catedral con el fin de recoger ideas y sugerencias. Una obra con la que se busca humanizar el espacio y fomentar su tirón como centro económico, cultural y de ocio y para la que se busca el mayor consenso posible y que ya se presentó a la junta de portavoces.

La reunión tendrá lugar a las nueve de la noche y será uno de los últimos trámites desde que se presentó el proyecto en la comisión de participación ciudadana y se conoció la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, en octubre del pasado año. A finales de noviembre de este ejercicio se confirmó la subvención del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de que financiará las obras a través del 1,5 por ciento cultural, una ayuda que se había comprometido de manera inicial pero que en el gobierno local estaban pendientes por si había cambios por culpa del covid, pero finalmente se mantiene en la misma cuantía, 194.054 euros, a los que el Concello deberá sumar 64.684 para completar los 258.739 euros de la obra en total.

Unos trabajos "importantes e sensibles" para Mondoñedo, cuentan desde el equipo de gobierno, que confía en contar con el apoyo de los vecinos para actuar en una plaza en la que buscan paliar algunos de los problemas detectados en los últimos tiempos, como es la accesibilidad.

Su mejora es, de hecho, uno de los principales objetivos de las obras, que buscan ganar espacio para las personas, por lo que la reforma permitirá ampliar el espacio entre los soportales, des plazando las escaleras dos metros hacia la Praza, con lo que se ganarán más de 75 metros cuadrados —pasando de 402,91 a 479,05— y se conseguirá un efecto más parecido al anterior a la reforma de 1968, cuando el cantón grande era el lugar de paseo por excelencia.

A ello, se suma otra importante actuación en el llamado cantón pequeño, en la cara norte, tras la estatua de Cunqueiro, donde se prevé adelantar el muro unos dos metros y medio para ampliar la zona peatonal de la calle Pardo de Cela, que quedaría así separada del tráfico rodado, con lo que se ganaría en seguridad, pues es un sitio muy demandado además para contemplar la majestuosidad del entorno.

Unas reformas que incluirán la mejora de la iluminación y la del pavimento que se encuentre deteriorado. Un suelo del que se sacarán los actuales contenedores subterráneos, que se trasladarán a otra zona, al igual que la parada de taxis, con lo que se cerrará el acceso de vehículos, ya que tampoco tendrán que entrar ya los camiones de recogida de residuos, con lo que se ganará también en conservación tanto del pavimento como de la propia catedral, además de en seguridad.

Lo que se busca con estas mejoras es que la Praza da Catedral siga siendo el importante centro económico que es actualmente, con la apertura de nuevos negocios en los últimos tiempos y la celebración del mercado semanal, y que sirva a la vez como eje de las diversas celebraciones culturales y lúdicas de la que es escenario a lo largo del año.

Una plaza que pasará de 1,721,27 metros cuadrados a tener 1.529,17, pero sin desvirtuar la imagen de espacio y que ganará en funcionalidad cuando concluyan las obras, para cuya contratación hay un plazo de seis meses.

Fruto de las obras del año 1968
El estado actual de la Praza da Catedral es fruto de las obras realizadas en el año 1968, la última gran remodelación ejecutada en la zona. Unos trabajos cuya finalidad fue mejorar el acceso a la catedral y paliar sus problemas de humedades, pues el edificio se encontraba enterrado respecto a la cota de la plaza, con lo que el firme se rebaja a nivel de la entrada del templo.

CAMBIOS. Los desniveles con el resto de las fachadas se salvan colocando una escalinata en el cantón grande y un muro en el pequeño, donde se coloca la balaustrada que se encontraba delante de la catedral para permitir su mejor acceso.

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