El Concello media en el caso del perro abandonado en Foz

El cachorro está al cuidado de una familia, que lo quiere adoptar, pero la protectora local también lo reclama como propio
El perro, en Malates. EP
photo_camera El perro, en Malates. EP

El alcalde de Foz, Fran Cajoto, confirmó este miércoles que el Concello está mediando en el conflicto generado por la custodia de un perro, supuestamente abandonado, que apareció el pasado domingo junto al puente de madera en el Paseo de Malates. Un cachorro de meses que está al cuidado de una familia desde entonces, pero que a su vez reclama la protectora local, lo que ha generado un conflicto entre ambas partes.

"Neste caso o que fai falla é diálogo e dende xa estamos a mediar para que este caso poida quedar nunha anécdota", asevera el regidor, quien considera que debe primar "o benestar do animal e que estea atendido".

Una cuestión esta última en la que todas las partes se muestran de acuerdo y es justo la principal defensa de sus argumentos. Por un lado, la familia que lo tiene recepcionado desde el domingo quiere adoptarlo y que se quede en casa los diez días que por ley se dan de plazo a la espera de que aparezca el dueño.

Una situación del todo irregular según la protectora que, al ser notificada de la aparición del animal, activó el protocolo como hacen siempre que aparece un perro abandonado, cuya recogida es competencia del Concello, que en el caso de Foz tiene cedida la gestión de la perrera a la Asociación Asistencial Protectora de Animales. Sus voluntarias entienden que puede tratarse de un caso de apropiación indebida y no descartan acciones ante diferentes organismos para poder recuperar al perro, que pasaría a ser de su propiedad si el dueño no apareciese en el plazo legalmente establecido.

De hecho, contaban con que les fuera entregado en la noche del martes, pero finalmente no fue así por la negativa de la familia de acogida, con la que sigue la perra para alegría de Gelucha, de 81 años, que anda encantada con el nuevo miembro de la familia. "Están felices la una con la otra y el perro la sigue a todas partes", cuenta su hija, que costeó la factura del veterinario, aunque desde la protectora advierten que los reconocimientos se deben hacer en las clínicas con las que hay convenio.

El problema parece que no ha hecho más que empezar y si la mediación del Ayuntamiento fracasa, el caso podría dar un vuelco en cualquier momento. "Nosotros avisamos cuando apareció para que pudieran pasar el lector y lo hicieron, comprobando que no tenía microchip. Si su misión es atender animales abandonados por qué se lo quieren llevar este si ya no lo está".

Sencillamente, según la protectora, porque hay que cumplir unos trámites y la adopción, en caso de que no apareciera el dueño, debería abrirse a todas las familias interesadas.

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