El Concello de Burela analiza con los ambulantes la ubicación del mercado

El alcalde anuncia una reunión la próxima semana para estudiar el traslado de los puestos a Torrentes, donde llevan desde mayo sin el respaldo de los comerciantes, que quieren otro lugar
Asistentes al mercado de Burela. JOSE Mª ÁLVEZ
photo_camera Asistentes al mercado, este viernes. JOSE Mª ÁLVEZ

El alcalde de Burela, Alfredo Llano, avanzó este viernes que la próxima semana se reunirá con una representación de los vendedores ambulantes para analizar la ubicación del mercado semanal, que desde el pasado mayo se trasladó a Torrentes. Un emplazamiento que no convence a los comerciantes, quienes alegan un importante descenso en las ventas debido a la menor presencia de público y reclaman que se busque una solución satisfactoria para ambas partes.

"Nosotros le vendemos a gente mayor y hasta aquí no suben", asegura Iván Martínez, de Frutas Jose. Un mensaje en el que coincide la gran mayoría de compañeros. "El sitio no es malo, pero si la gente no viene, de qué nos sirve", reconoce Clara García, de Calzados Edelmiro, quien habla de un descenso de más de la mitad en las ventas. "Y si el verano fue así de malo, ya verás en invierno", se lamenta esta mujer que lleva veinte años viniendo a Burela con un puesto que montaron sus padres hace cuatro décadas.

"Está claro que con el covid han descendido algo las ventas, pero en Burela cayeron más del 50 por ciento", reitera Martínez, quien habla con conocimiento de causa, pues cuenta con una plantilla de diez empleados, con los que hace hasta once mercados a la semana. "Vamos desde La Caridad, en Asturias, hasta Espasante, en A Coruña, y aquí es donde más drástico fue el descenso. Yo pago 15 euros por mi puesto, que son 720 euros al año, y no me quejo por pagar, pero lo que sí pido es una solución y sobre todo que se dialogue, porque la decisión de subir ya fue impuesta, pero si no es positiva habrá que buscar algo que a todos nos convenga", dice.

Algunos compañeros se plantean incluso no acudir todas las semanas al constatar un importante descenso en las ventas, que afecta no solo al sector de la alimentación sino también al de ropa, separados por una calle. "Lo ideal era igual que estuviéramos mezclados, porque al comprar la fruta igual ves una camisa y te la llevas, o al revés", explican.

A un consenso esperan los comerciantes llegar con el regidor, quien recordó ayer que el traslado se debió al covid, para poder celebrar la feria con los requisitos de seguridad y salud necesarios. "Foron condicións extraordinarias, non se subiu por outra razón, e aínda que temos que mirar pola situación socioeconómica o primeiro foi velar pola saúde", reconoce Llano quien, respecto a la ubicación en el puerto, es algo que la propia entidad rechaza. En su día se habló de repartir el mercado entre las plazas del Concello y A Mariña, algo que tampoco disgusta a algunos comerciantes. Entre ellos, hubo también quien se quejó de la falta de aseos.

Una queja a la que se sumó la de la asociación de vecinos O Vencello, desde donde lamentaron el cierre de los accesos a las calles de Torrentes que acogen el mercado desde el jueves a las siete de la tarde en lugar de el viernes por la mañana, algo que el alcalde dice que se hace "para que non haxa apuros ao día siguiente, pois non todos se lembran do cambio", dice.

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