"É complicado manter os dous metros de separación"

La clientela de los bares recupera las barras con cautela pero el buen tiempo hace que las terrazas sigan muy frecuentadas
El Rincón del Gordo, en Ribadeo, con la barra organizada para mantener las distancias. J.Mª ÁLVEZ
photo_camera El Rincón del Gordo, en Ribadeo, con la barra organizada para mantener las distancias. J.Mª ÁLVEZ

La clientela de los bares recupera en esta tercera fase de la desescalada las barras de estos locales con cierta cautela y bajo las distancias marcadas, como indican desde diferentes establecimientos de la comarca mariñana. El gerente de O Contraste, que este lunes también abrió O Traste, explica que "é complicado manter os dous metros de separación, polo que puxen mesas altas e alargadas pegadas á barra, cuns taburetes no medio para que podan compartir grupos de cinco ou seis persoas", señala Rubén Pinín, quien prefirió delimitar el espacio para evitar "ter que estar chamándolle a atención á xente".

Este sistema obliga a los usuarios a permanecer sentados, "non poden estar apoiados no mostrador nin tampouco sirvo na barra, teñen que sentarse". El burelés constata que los clientes optan por usar más la terraza, debido a que el buen tiempo acompaña.

El responsable de Galipizza y La Dékada, en Covas (Viveiro), destaca que tras abrir las barras detectan que "os clientes de toda a vida de barra buscan eles mesmos a separación, sorprendeume, pero tamén se está vendo que esperan a que limpen a mesa, vanse concienciando, xa o fan por costume, respectan as pautas", indica José Manuel Vázquez, Leman, quien añade que "nótase bastante que prefiren a terraza ao interior".

El dueño de Casa Damián y O Lar, en Foz, ha colocado asimismo mesas altas de separación junto a la barra. Antonio Castro cree que "isto tende a normalizarse, hai xente que aínda ten medo, pero a outros non, penso que se non hai rebrote logo volvemos ao de antes". Coincide en que la terraza tiene tirón por el buen tiempo.

El Rincón del Gordo, en Ribadeo, era de los pocos abiertos ayer en la villa, con clientes separados para tomar los vinos en una barra en la que, como mucho, ahora caben cuatro personas.

Comentarios