Las labores se llevan a cabo en la nave que tiene el Concello en Xunqueira. "Llevamos ya unos días, está en proceso, aunque la colocación se demorará unas semanas hasta que se completen los trabajos de restauración", explica Luis Rodríguez.
El cruceiro rompió en cerca de 50 trozos: "Hemos conseguido encajar bien las piezas, aunque ver cada cara, cada ángulo, es un proceso laborioso que requiere paciencia y mucha minuciosidad. Los injertos de piedra se realizan con granito para conseguir que sea lo más parecido a ese material, con el que está elaborado".
El hecho de que permanezca a diario a la intemperie conlleva un envejecimiento natural de la piedra que las nuevas piezas también adquirirán. "Hay diferencia entre lo que se coloca nuevo y lo que había, pero con el tiempo las condiciones climáticas hacen que sea inapreciable, tendrá el mismo aspecto una vez encajado el puzle", señala Rodríguez, quien explica que intentan que "quede lo más parecido a lo que había, para lo que tenemos mucho material fotográfico, que agradecemos a José Manuel Paleo, igual que todas las facilidades y apoyo que nos proporcionan desde el Ayuntamiento», destaca.
Los trabajos marchan a buen ritmo, pese al importante deterioro que sufrió la pieza, que llevó un golpe importante y se partió en múltiples trozos, pero la labor de los especialistas está logrando recomponer las piezas para que pueda recuperar su aspecto original y ser situado de nuevo en su lugar. Las roturas afectaron a los brazos, así como a las imágenes del Cristo, la Virgen y el Santiago sedente que les acompaña. Solo quedó intacto un trozo del cubo y del palo sobre el que se alzaba.
Rodríguez explica que tuvieron que unir los trozos y después hicieron un orificio interior para introducir varillas de fibra de carbono como refuerzo de la pieza. El objetivo es lograr que "tenga más consistencia, para que no parta tan fácil como ocurre con las metálicas que se pueden deteriorar, además de este modo cualquier rotura será más limpia", precisa.
El tallista explica que "después de pegarlo las partes, ahora estamos reforzándolo, rellenando las lagunas con injertos de piedra o masilla creada exprofeso, con pastas o alguna masa para rellenar. Lo que falte se volverá a tallar y algún trozo hay que rehacerlo por completo, dado que con el golpe se convirtió en arena. Después trataremos de igualar el color y la textura para que sea lo más semejante posible, en este caso al granito original. Las piezas van talladas y modeladas, y creamos de nuevo las partes que han desaparecido".
TRATAMIENTO. En este momento tienen desmontado el cubo, dado que la intención es hacerlo de forma unitaria. El conjunto será objeto asimismo de un proceso de limpieza mediante la aplicación de tratamientos fungicidas para evitar la acción de los hongos y humedades que pueden atacar las piedras al estar expuestas a los fenómenos meteorológicos.
El tiempo atmosférico influye asimismo en el fraguado de las masas. "Tiene que estar bien acabado antes de pasar al secado y al curado, que también requiere un tiempo, en el que influye la temperatura, que en estos días pasados fue idónea al no llover mucho". El equipo de restauración destaca la colaboración que les están prestando desde el Concello de Viveiro. "Están volcados y pendientes de la ejecución de la obra, además de facilitar la intendencia y ayuda que podamos necesitar, porque pretenden que se reponga en su sitio lo antes posible", apunta Rodríguez.
