"Como no intervenga el Gobierno, Alcoa cierra"

Integrantes del comité que quedó en la calle por la crisis del Casón analizan la compleja situación de la factoría de San Cibrao cuando pende la amenaza de cierre sobre la planta de Aluminio con una importante pérdida de empleo y riqueza
Factoría de Aluminio, en San Cibrao. AMA
photo_camera Factoría de Aluminio, en San Cibrao. AMA

La crisis suscitada en la factoría de San Cibrao a raíz del embarrancamiento del buque Casón y el posterior traslado de los bidones con material contaminante al exterior de la fábrica guarda similitudes con la actual decisión de la multinacional Alcoa de cerrar la planta de Aluminio. La parada de las cubas electrolíticas de entonces tiene su reflejo actual, pues su vida está a punto de agotarse al no haberse renovado.

Ambos episodios no están exentos de complejidad. El primero se producía casi en el arranque democrático, y el segundo está marcado por una emergencia sanitaria global, en que las multinacionales definen estrategias de futuro. Ambos procesos tienen en común el despido de trabajadores. Durante el Casón hubo 111 readmitidos tras ganar la batalla judicial y el primer comité despedido. Ahora están en juego entre 500 y 600 empleos directos. Aquellos despedidos analizan la situación.

Ramón Míguelez Tola: "Treinta empresas dependen de la fábrica y se necesitan alternativas"

El Casón fue "muy fastidiado, ahora es un problema distinto. Es análogo en el sentido de que pararon las cubas y ahora las quieren cerrar definitivamente", indica Ramón Míguelez Tola. Lo más difícil fue "quedar sin trabajo, entonces el comité fue despedido por motivos políticos, estaba el PSOE en el Gobierno de Galicia y España, querían dar un escarmiento al sindicalismo, y pagamos el pato, éramos uno de los comités más activos de España".

El hostelero, del bar El Puerto de San Cibrao, opina que "con el encarecimiento de la energía eléctrica hay pocas posibilidades de que se mantenga la empresa. Galicia exporta para fuera y aquí nos la cobran más cara. El Gobierno pasa olímpicamente de las reivindicaciones de los trabajadores, no dan opciones ni subvenciones. Aznar ya la vendió para capitalizar el Gobierno". Por ello "tendrán que emigrar, porque tienen que dar de comer a sus familias".

"Si el Gobierno se implica podría solucionarse, si no estamos destruyendo la industria"

Ramón cree que hay que crear empresas que generen empleo y dice que la multinacional "llevó las ayudas para otros puntos. Los trabajadores de Aluminio se van quedar sin trabajo y eso genera mucha incertidumbre, pero además dejarán de trabajar las empresas exteriores, todo el entorno depende de la fábrica, unas 20.000 personas y servicios".

Míguelez opina que el Estado puede establecer un marco tarifario para solventar la situación. "Si el Gobierno se implica podría solucionarse, si no estamos destruyendo la industria. La decisión está tomada, como no intervenga el Gobierno cierra, y la comarca al desempleo, a emigrar, bajarán los precios de todo lo que se ha construido". Por eso, considera urgente "crear empresas alternativas que den trabajo de todo tipo, porque la fábrica tiene 30 empresas que dependen de ella".

Luis García Otero: "Os gobernos terán que facer un esforzo, pero será un parche"

"Cando pararon as cubas polos bidóns do Casón ían facer o que agora pouco a pouco. O noso despido foi un tema político, un aviso a navegantes". El vivariense Luis García Otero, Churi, ve paralelismos con la situación actual, sobre todo por el bajo precio del aluminio, igual que en este momento en que hay un exceso en el mercado.

"Agora puido influír o Covid-19, pero non se pecha Aluminio polos custos eléctricos senón porque á multinacional non lle interesa estar aquí. A empresa teno claro, séguelle gustando a xoia da coroa, Alúmina, que é o que vai producir, porque ten comprados os xacementos de bauxita. Hai 15 anos que non hai investimentos na fábrica, a última foi cando se modernizaron as salas de control de Alúmina, o resto xa dicían daquela que se deixaba caer todo. Alcoa tamén terá presións dos seus accionistas, isto non está nas mans do Goberno". Añade que "co Covid os países viron que é mellor gañar menos, pero máis seguro. Isto é un tema político que non ten que ver cos postos de traballo. O impacto na Mariña é grande, vanse todos ao paro, nos últimos anos xa desapareceron moitos. Europa anunciou 70 millóns vinculados ao medio ambiente para reducir emisións de CO2 e está fábrica ten ese problema".

El vivariense reconoce que cuando Alcoa compró la factoría pensó que el cierre llegaría con la clausura del pantano de lodos rojos

García Otero comenta que "A Mariña viviu antes, e ten que aprender a vivir sen aluminio. Había que ter feito un plan industrial e de emprego para recolocar esas persoas que van quedando fóra. Os gobernos terán que facer un esforzo pero será un parche, porque estamos en campaña. Hai que facer un plan de traballo e reactivación para non estar sempre coa espada de Damocles encima e xerar emprego estable, que sempre será mellor que inxectar subvencións a unha empresa. Hai que reactivar ese porto público, aproveitar a infraestrutura das liñas de alta tensión e investir en enerxías renovables porque do turismo non vivimos todo o ano", expone.

El vivariense reconoce que cuando Alcoa compró la factoría pensó que el cierre llegaría con la clausura del pantano de lodos rojos, que entonces aseguraron que funcionaría otros 20 años. "Foron 25 anos, onde se van botar agora os lodos?". No niega la importancia de la factoría, pero cree que al dividir capital por empleos, otras empresas mueven más.

Alberto Santos: "Si fuésemos una potencia nuclear seríamos competitivos"

El empresario xovense recuerda la llegada de los bidones del Casón como "una situación catastrófica dado que era una alarma en toda Galicia, provocada por los malos profesionales del gobierno de entonces, poniendo en riesgo a la población de media comunidad, se hubiese evitado cargándolos en cualquier puerto de A Costa da Morte". Pero lo más duro fue vivir ese momento con dos hijos pequeños, de 4 y 7 años, señala.

Alberto Santos cree que los despidos fueron fruto de "un cálculo matemático-económico, 111 trabajadores despedidos readmitidos y 23 miembros del comité de empresa para la calle -matemático-, además de 11.000 millones de pesetas para la fábrica para modernizar las cubas con picado central a cargo de las aseguradoras, sin despido no hay hecho y no hay dinero -económico-".

Santos piensa que la situación actual es "complicada" y que los trabajadores son lo más importante, porque "ninguna sociedad puede vivir sin trabajo". Destaca su importancia para el entorno comarcal. "Son 1.000 puestos de trabajo directos, aunque la pesca mueve unos 3.000 pero la están arruinando con las negociaciones en Bruselas", apunta.

El empresario atribuye a "los altos costes de la producción, de las materias primas, transportes, salarios, infraestructuras, etc." la decisión de cerrar la fábrica

Recuerda que el proyecto preveía una duración de 50 años. "Creo que todo tiene una vida útil, si fuésemos una potencia en energía nuclear podríamos ser competitivos en la fabricación de aluminio" y opina que el nuevo marco tarifario llega tarde.

En este sentido, lamenta que los políticos relegasen a la comarca. "La Autovía del Cantábrico tenía que haber pasado por A Mariña, pero los alcaldes bajaron las orejas cuando Manuel Fraga quiso llevarla por Vilalba, ello contribuiría al desarrollo económico-industrial de la Costa lucense", asegura.

El empresario atribuye a "los altos costes de la producción, de las materias primas, transportes, salarios, infraestructuras, etc." la decisión de cerrar la fábrica. Santos considera que los alcaldes y los políticos deben ponerse las pilas para salvar la factoría. Entiende que es esencial "primero, cumplir lo prometido con el Prestige; segundo, cumplir lo prometido en los programas electorales, y tercero, unificar criterios entre las administraciones. Resumiendo: Autovía, cinturón industrial alrededor de Alcoa, muelle comercial en el dique norte y otros proyectos de menor envergadura". En este sentido, sitúa como "ejemplo a seguir, aunque ya es tarde, el cinturón industrial de As Pontes".

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