Representantes sindicales y directivos de Alcoa tienen previsto mantener desde las nueve y media de esta mañana en el restaurante Los Robles de Lugo una nueva reunión. Esta se enmarca dentro del periodo de consultas informal de tres semanas que abrió la empresa, previo al plazo formal para la presentación de un Ere que afectará a un máximo de 534 trabajadores de la planta de Aluminio.
Este jueves se reunirán de nuevo y desde la multinacional no aclaran todavía si este periodo se puede extender más o si procederá a la presentación del expediente de forma inmediata. El presidente del comité, José Antonio Zan, avanza que pedirán a la empresa "que ponga alguna solución" alternativa al cierre.
"Todas estas reuniones son del proceso informal de consultas que se inició para un periodo de tres semanas y que tiene como objetivo que la empresa explique al comité la situación de la planta de Aluminio, que es insostenible, y discutir con ellos posibles alternativas y medidas a adoptar", recuerdan desde la multinacional. Como parte de este proceso presentó a los representantes sindicales un informe técnico elaborado por un consultor externo sobre la situación de la planta.
Alcoa no se plantea una venta de la fábrica con el argumento de que sus problemas -el coste de la energía y la sobrecapacidad de aluminio a nivel global, con precios "extraordinariamente bajos"- son "estructurales" y hacen que no se den las condiciones para continuar la fabricación de aluminio primario.
Sobre el interés de inversores en comprar la planta, el presidente del comité insiste en que cualquier proyecto pasa por tener un precio de la energía estable y competitivo que permita darle viabilidad. Sin embargo José Antonio Zan lamenta que a punto de llegar al 1 de julio "no sabemos si vamos a tener la subasta de interrumpibilidad" en la que la empresa accede a incentivos, pues todavía no está convocada la puja para el segundo semestre del año.
El portavoz de la sección sindical de UGT, Constantino Arias, dice que el supuesto interés de compradores son solo "rumores" y que los sindicatos piden "una intervención temporal" previa a la búsqueda de un comprador solvente. "Los ánimos están bastante mal, la gente está muy nerviosa. Vemos que pasa el tiempo y no nos aportan una solución por ningún lado", lamenta.
