Tras la firma del convenio entre Vicepresidencia de la Xunta y la Fegamp para que la empresa pública Seaga centralice la retirada de nidos de velutina en toda Galicia, desde hace una semana un equipo de 80 personas tomó el relevo en esta lucha que en A Mariña no presenta avances en la contención del insecto. Aunque las administraciones evitan declarar la plaga -acarrearía hacer frente a indemnizaciones- el nuevo plan busca frenar a la avispa de forma más coordinada.
El mapa que la Consellería de Medio Rural traslada a Vicepresidencia es claro sobre esta guerra: la velutina lo invade todo y en concellos mariñanos como Viveiro, Cervo, Foz y Mondoñedo los datos de retirada de nidos superaron ampliamente los cien en cada uno de esos municipios. Pero, ¿qué debemos saber sobre esta nueva batalla y el momento concreto?
Es momento de hacer trampas
No es época de eliminar los nidos, muchos siguen a la vista en las copas de árboles de hoja caduca o han sido derribados por los temporales, pero están vacíos o con el veneno dentro. Como resalta el responsable del GES de Cervo, Mario Antuña, "las velutinas no vuelven al mismo nido y muchos los inyectamos en su día con veneno y los tenemos marcados en el árbol o en una aplicación informática por si alguien avisa de nuevo". A partir de estas fechas, lo importante es colocar trampas para eliminar a las reinas que salen para comenzar a fundar nuevas colonias.
La Asociación San Román do Vicedo es una de las que lo hará a partir de febrero. Su secretario, Rubén Rábade, señala que ya el pasado marzo promovieron charlas y talleres con trampas caseras de plástico. El municipio registró después menos avisos (no más de 25 según la Xunta) pero reconoce que sigue habiendo muchas velutinas y de las cuatro colmenas de la asociación, tres fueron masacradas totalmente por las avispas, a pesar de sucesivas trampas. "Y nuestros vecinos de Ortegal tienen un problema aún mayor", señala.
Cinco días para retirar nidos
La principal novedad es que con el ejercito de Seaga en la lucha el objetivo es retirar los nidos en un plazo no superior a cinco días desde el aviso al 012 o al Concello, a menos que estén muy inaccesibles o por encima de 25 metros con lo cual podrían intervenir ya los GES y otros servicios. Hasta ahora la retirada podía demorarse semanas si no estaba cerca de colegios o había alérgicos en su entorno.
Una tropa civil muy envejecida
Pese a los efectivos que llegan con escaleras, pértigas, sprays insecticidas, arneses de seguridad, vehículos... y que partió ya con 275 concellos adheridos de los 313 de Galicia, un gran problema en la lucha, según reconocen vecinos y apicultores, es el envejecimiento de la población. En ocasiones, no es fácil convencer y movilizar a la gente mayor frente a una especie invasora que se asienta sobre todo en núcleos rurales. Y la colaboración municipal sigue siendo voluntaria. Según la Xunta, "los ayuntamientos que formalicen su integración tendrán también la opción de gestionar directamente la retirada de los nidos o encargarle la tarea a un tercero, una vez que se reciba el aviso en el 012".
Estrategias diferentes
Entre los apicultores, hay bastante prevención sobre la nueva estrategia, que cuenta con 2,3 millones de euros públicos. Su respuesta va más por atrayentes y capturas de reinas o por arpas protectoras de colmenas que por los insecticidas y escopetas frente a los nidos.
"La única diferencia —explica— es que la avispa asiática inyecta más cantidad de veneno que la común, lo que puede ocasionar más dolor e hinchazón", añade.