"Cogí dinero de mi empresa y ahora me doy asco", reconoce un acusado

El empleado de una firma del sector naval con sede en Ribadeo afirmó que se enganchó a la droga y al juego. Le reclaman medio millón de euros, pero dice que se quedó "mucho menos"
El acusado, este miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo. P.V.
photo_camera El acusado, este miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo. P.V.

"Estaba atravesando un momento personal muy malo. Me enganché a la cocaína y a los juegos online y asumo que cogí dinero de la empresa. Ahora no me reconozco; estoy muy avergonzado y hasta me doy asco". Con estas declaraciones entonó este miércoles el mea culpa un hombre acusado de apropiarse de más de 420.000 euros de la empresa para la que trabajaba como administrador, una firma del sector naval con sede en Ribadeo.

El acusado -A.L., de 56 años de edad- reconoció que sus problemas familiares lo abocaron a varias adicciones que lo llevaron por el mal camino, pero asegura que no se apropió de la cantidad que le reclaman. "Cogí dinero y no lo niego, pero no fue medio millón de euros; eso ni le lejos. Parte de esa cantidad que dicen fueron gastos de la propia empresa", alegó.

En su escrito de acusación, el ministerio fiscal explica que, en diciembre de 2016, el acusado empezó a trabajar en la sede ribadense de la empresa Lido Marine, una firma internacional dedicada al interiorismo de buques. Poco después de ser contratado, el administrador de la sociedad le otorgó ante notario un poder especial para realizar todo tipo de operaciones en nombre de la empresa, incluidas las de tipo económico. Además, en agosto de 2017, el acusado, que era el único empleado en España, fue nombrado administrador único, por lo que pasó a tener "el control absoluto de la cuenta de la sociedad".

"Cogí dinero y no lo niego, pero no fue medio millón de euros; eso ni le lejos. Parte de esa cantidad que dicen fueron gastos de la propia empresa"

En esa cuenta se ingresaban los pagos que realizaban las distintas empresas con las que comerciaba la firma y el acusado debía abonar las facturas que se le remitían a la sociedad, "por lo que disponía de tarjetas asociadas a la cuenta y total acceso a la misma".

Así, durante el año 2017 y hasta el mes de abril de 2018, "en que fue descubierta su actividad por parte de los dueños de la empresa", el acusado "empezó a valerse del control y acceso que tenía en exclusiva de la cuenta de la sociedad", alega la Fiscalía.

El ministerio público mantiene que el hombre realizó transferencias directamente a su cuenta personal y a la de su madre, así como pagos y transferencias a páginas de juego por internet, pagos de gimnasio y disposiciones en efectivo, todo fuera de sus actividades laborales. "Las cantidades dispuestas por el acusado mediante dichas operaciones y en perjuicio de la sociedad que administraba", concluye el ministerio público, "ascienden a 426.702 euros".

"Cuando tuve un poco de lucidez y me di cuenta de lo que estaba haciendo pedí ayuda psicológica"

El acusado negó que la cantidad de la que se apropió alcanzara esa cifra y aseguró que siempre tuvo la intención de devolver el dinero. "Cuando tuve un poco de lucidez y me di cuenta de lo que estaba haciendo pedí ayuda psicológica. Ya devolví algo más de 50.000 euros, pero tras ser despedido solo encontré trabajos esporádicos. Quiero salir de esto", aseguró.

En su escrito de conclusiones provisionales, el ministerio fiscal solicitó para el acusado una condena de cinco años de prisión como autor de un delito continuado de apropiación indebida. A este delito, la acusación particular, ejercida por la empresa, suma también un delito continuado de administración desleal y otro de estafa, por los que solicita en total once años de cárcel. La Fiscalía y la acusación particular coinciden en la responsabilidad civil y la cifran en 426.702 euros. El acusado explicó en la vista que ya devolvió 50.000 euros.

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