Las cofradías reclaman topes mensuales para gestionar la próxima costera del bonito

Sensación "agridulce" por el consejo de ministros de pesca que recorta el cupo de merluza ibérica
Bonitos en la lonja de Burela. AEP.
photo_camera Bonitos en la lonja de Burela. AEP.

Pese al recorte del 8% en la cuota de merluza a pescar en aguas ibéricas el próximo año, el Consejo Europeo de Ministros ha dejado en las cofradías alguna noticia esperanzadora de cara al 2022. De regreso a Burela, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, ha señalado que "vannos reincorporar á cota de bonito a porcentaxe que nos detraeron este ano inxustamente pero ese incremento debería ir acompañado dalgunha medida de xestión durante a costeira".

El objetivo es que la pesquería no se cierre abruptamente como estos años en agosto y conseguir un mejor reparto. "Queremos topes mensuais como fan os vascos coa anchoa para que non se agote toda a cota en pouco tempo e para repartilo de forma que así se manteñan tamén os prezos ao longo do verán", reclama Otero. Mucha cantidad de golpe, baja la cotización. Recuerda que en años anteriores hubo barcos que desembarcaron 300 toneladas en dos meses y por eso debe cambiarse el modelo de gestión. Recuerda el caso de la caballa, cuando se vendía en lonja a 0,25 euros el kilogramo y ahora nunca baja del euro o euro y pico. 

Sobre el resultado del consejo de ministros, el patrón mayor tiene sensación agridulce pero agradece al ministro Planas "que dera un golpe na mesa e votara en contra do acordo na UE para opoñerse ás medidas no Mediterráneo". Entiende que "despois dos esforzos dos pescadores era algo que se levaba pedindo hai tempo e polo menos consta en acta que España, a principal potencia pesqueira da Unión, votou en contra e iso fala de que a política comunitaria non é boa. Esperemos que agora en diante o ritmo o marque España".

PENDIENTES DE GRAN SOL. En general, tanto desde la Xunta como desde las cofradías gallegas, el acuerdo no colma sus expectativas pues, aunque se ha revertido una lesiva propuesta de recorte en las capturas de jurel entre Fisterra y el golfo de Cádiz, que tras los informes pasa a ser un aumento de cuota del 12%, en el recorte de merluza ibérica llueve sobre mojado, se acumulan recortes año tras año por la falta de un modelo de gestión que carece de datos fiables, según los pescadores, que entienden que el stock está en buen estado. Y cada recorte y pérdida de cuota, lleva a otro.

Desde Burela, Sergio López, gerente de la OPP-7 Lugo señala "un efecto perverso da política común" y su colega Jesús Lourido, de la OPP-77 Celeiro cree que "hai que refacer o modelo". En todo caso, estas dos organizaciones de armadores, se juegan más en la pendiente negociación de las cuotas de Gran Sol con el Reino Unido, que ya han agotado algunos tramos y se espera concluyan este mes. Si no lo hiciesen, se prorrogarían las actuales cuotas del 25% del TAC, por tres meses. 

Para la OPP burelesa, solo el 5% de descargas son de merluza del litoral (la del día de los arrastreros, volanteros y palangre de fondo) mientras que en Celeiro son ciento y pico toneladas cada año respecto a las 11.000 que llegan cada año del Gran Sol. 

Según la aplicación de consumo de cuotas de la flota, Gescuotas, los barcos españoles no pescan ahora toda la cuota que poseen. A esta altura del año está sobre un 70% y un recorte en línea con las capturas, durante este ciclo bajo de la pesquería que sucede a máximos históricos de capturas, "non debería supoñer un problema", según Lourido. Aunque López es más cauto al respecto de los porcentajes que puedan llegar a fijarse para el 2022.

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