"El coche debe estar a mi gusto"

Iago Calvo Benito conduce un bello Audi A5 3.0 TDI Quattro de primera generación, con un montón de caballos y par motor, pero quiere un RS5
Iago Calvo y su Audi. XAVIER LOMBARDERO
photo_camera Iago Calvo y su Audi. XAVIER LOMBARDERO

Recién pintado en el rojo original y calzado con enormes llantas de 20 pulgadas, en negro, el Audi A5 del sancibrense Iago Calvo relucía imponente en el paseo de O Torno. Buen reciclaje de una berlina coupé de la que hay al menos 40 versiones, en tres carrocerías y motores diésel o gasolina desde poco más de 160 CV hasta los 450. Este V6 diésel que venía asociado a la tracción total no es poca cosa porque, además, se reprogramó para rendir por encima de los 300 CV. Sin embargo, Iago tiene en mente, ir a por el más gordo, el RS5, cuando ahorre lo suficiente. 

Le sirve de segunda mano (nuevo superaría los 90.000 euros) y con cien mil kilómetros, pero nacional. Así la confianza sube y el valor de mercado rondará un tercio del a estrenar. "Este A5 de primera generación lo compré hace cuatro años en Centro Sport de Ferrol, al hijo de Senra, Víctor, que corre en rallies", explica el trabajador de una auxiliar de Alcoa para el que el grupo alemán VAG es su meca. Tuvo dos Seat León FR, un Cupra FR y entre medias condujo un Citroën Saxo VTS. Tanto él como su hermano se apañan en el día a día con un Peugeot 306 diésel 70 CV de los de cero problemas.

Tanto es así que el A5, berlina dos puertas, está para el fin de semana o un viaje largo por autovía, el terreno favorito de un vehículo pensado con tremendo par motor. Con las ruedas en medida 275 —unas RS4 Le Mans que son las que también monta el S5— no es lo más recomendable para ir sorteando baches mariñanos pero con buen firme su aerodinámica (0,29x), suspensión deportiva de serie y potencia, son una gozada. En estos años le hizo 33.000 kilómetros y lo puso a su gusto: repro, filtro de aire, línea de escape, faros y cuatro retoques más añadidos al paquete S Line que venía serie tal como lo tenía en empresario de Madrid que acabó cambiándolo por la siguiente generación. "Solo le falta el cuero y el techo solar panorámico, lo que más me gusta de estos coches son su fuerza, el enorme par motor que despliegan", explica. El sonido del motor, colocado en posición longitudinal, se parece mucho a un gasolina deportivo.

motor

Disfruta su estética "pues el coche debe estar a mi gusto, no para el resto. Por eso lo compro de serie y lo voy cambiando pero no me interesan las concentraciones ni ir a los rallyes". Manual y con seis velocidades —el gasolina 3.2 FSI lo había con el Multitronic de 8 marchas—,reconoce que con su batalla y 4,63 metros de largo, el 3.0 V6 TDI de 24 válvulas y dos árboles de levas en las culatas tiene aplomo pero no es para ir a cuchillo en curvas cerradas, por mucha tracción total y diferenciales. 

No era el Audi de Ingoldsatt pensado para ello, como el RS3 o los Audi TT y R8. También incluía bastantes más piezas en aluminio que coches anteriores y su sistema Quattro deja en ridículo sobre suelos deslizantes a muchos rivales 4x4, miren vídeos, los hay a montón. Pero en realidad el A5 nació como berlina cupé cómoda, elegante, cargada de electrónica (gran parte en opción) y con detalles para desplazar los asientos delanteros con solo tocar un botón, pues así el acceso a las dos plazas traseras es más fácil. Un tragamillas con el que hacer frente a los BMW Serie 3 Coupé o Mercedes SLK. El  actual también lo venden con caja automática de 7 velocidades y doble embrague.  

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