Un cobrador de morosos denunció el miércoles en la localidad ribadense que había sido víctima, esa misma tarde, de un presunto delito de amenazas e insultos por parte de un presunto deudor al que visitó. El denunciante les aseguró a los agentes de la Guardia Civil que, cuando pretendía notificar la deuda contraída y su correspondiente pago, el aludido se fue contra él blandiendo una maza y profiriendo insultos, pero no llegó a agredirle.
Este periódico se ha puesto en contacto con las empresas del ramo como la de la marca más conocida, El Cofrador del Frac, con sede en Madrid. En la central no tenían constancia de que ninguno de sus trabajadores en la zona norte hubiese sufrido ningún tipo de amenaza en Ribadeo.
Tampoco las empresas radicadas en la capital lucense sabían del tema porque se dedican al cobro de deudas en el ámbito judicial mediante llamadas de teléfono y no suelen ser contratadas por otras entidades particulares que requieran de una presión presencial.
En Ribadeo, son pocas las ocasiones en las que se ven coches de las empresas de cobro de deudores y tampoco a sus agentes disfrazados —lo más habitual es el disfraz del torero—. «Galicia es de las comunidades autónomas con menos tasa de morosidad, es más habitual ver este tipo de cobradores en el sur o en el Levante», matizan empresarios del sector que recuerdan que «la agresión que sufrió hará tres años un cobrador».
La Policía Local ribadense reconoce que pocas veces ve a los denominados ‘cobradores del frac’ —como se conoce por extensión a estos profesionales, aunque la marca esté registrada como tal por parte de la firma antes mencionada con sede en Madrid—. Respecto al deudor, tampoco han trascendido datos, salvo que podría tratarse de un hostelero que tuvo bares en A Mariña y Asturias.
