La Guardia Civil atendió el caso de una mujer que se había quedado encerrada en un establecimiento comercial al mediodía, a comienzos de esta semana en Burela. Sus gritos y avisos tuvieron respuesta y fue liberada sin mayores consecuencias.
Ocurrió a las dos de la tarde, en un supermercado ubicado en la céntrica plaza del Ayuntamiento burelés, en un supermercado que cerró al mediodía.
La clienta se quedó encerrada en el interior. Cuando llegaron los agentes ya se encontraron con una dependienta del establecimiento abriendo la puerta. Por lo que finalmente todo quedó en un susto.
En otros lugares de la costa y en fechas pasadas, se han dado casos de mujeres que sufrieron sustos, mayores si cabe, al quedarse encerradas en un cementerio por la noche durante horas y en el invierno, a partir de las siete u ocho, al cerrar estos espacios.
