Numerosos usuarios de la piscina municipal de Viveiro, ubicada en Celeiro, mostraron su malestar por el cierre el pasado domingo de las instalaciones. Una apertura que se enmarca dentro del horario de invierno y que es aprovechada por gente que trabaja durante la semana y también muchas familias con niños que aprovechan para compartir horas de ocio y deporte.
Los habituales lamentaron que no se avisara el pasado domingo, primer día de apertura con el horario de invierno, de que no iban a estar abiertas las instalaciones, sin descarta incluso una recogida de firmas para mantener su apertura.
Un cierre que a juicio de la alcaldesa vivariense, María Loureiro, tiene un carácter "temporal", motivado porque están pendientes de contratar un nuevo socorrista con el plan de empleo de la Diputación, como ya se hizo el pasado año, pero cuyo contrato caducó.
A la falta de este efectivo se suma alguna baja y personal con reducción de jornada, lo que llevó al cierre provisional de las instalaciones el domingo pasado y los siguientes hasta que se puedan hacer el nuevo contrato, que se firmará "en breve", según Loureiro. "Sabemos de la demanda que tiene la piscina, pero no podemos hacer frente a todo en este momento", aclara la alcaldesa.
ROBO. Las instalaciones de la piscina sufrieron el pasado fin de semana un robo, que está investigando la Policía Nacional de Viveiro, donde se presentó la correspondiente denuncia.
Los ladrones aprovecharon que las dependencias estaban cerradas para poder acceder a su interior, donde forzaron el cajón de la oficina que al parecer contenía la recaudación de los cursos del inicio de temporada, aunque no ha trascendido el importe total.
