Cientos de personas muestran el gran atractivo de la feria de A Pontenova

Las perspectivas se cumplen con buena participación y una oferta que resulta inmejorable
Uno de los puestos con molinillos de café y otros pequeños objetos. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Uno de los puestos con molinillos de café y otros pequeños objetos. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El gobierno municipal de A Pontenova, que organiza la Feira de Artesanía e Antigüidades que estos días cumple catorce años, manejaba unas previsiones prudentes para este año a consecuencia de dos motivos fundamentales: la incidencia de la pandemia y la de las previsiones meteorológicas, no demasiado halagüeñas. Pero al final se cumplió prácticamente todo lo que estaba previsto.

La feria mostró una vez más el enorme poder de convocatoria que prácticamente desde su comienzo viene demostrando.

Aunque el tiempo fue cambiante todo el día y llovió y salió el sol a ratos, la carpa en la que se celebra la feria se llenó de gente sobre todo a ciertas horas. Por su parte, la pandemia tuvo cierta influencia, pero tampoco se notó que afectase a un nivel superior que otros actos similares.

ENTORNO SEGURO. Una de las cuestiones en las que la organización ha puesto más énfasis en esta edición es en las medidas de seguridad que decidieron adoptar para hacer que el recinto sea seguro: ventilación continua pero sin que eso se convierta en un problema para la gente que está dentro.

Precisamente a ellos también se les controla o, para ser más exactos, el número de personas que hay dentro, porque el tema de los aforos es algo que se tiene en cuenta y que hizo que el número de asistentes bajase algo con respecto a ediciones prepandemia, pero también porque era prácticamente imposible mantener unas cifras que no paraban de dispararse año tras año sin que pareciese que encontrasen un techo.

VARIEDAD. Y a partir de ahí, a disfrutar de la inmensa oferta que se dispone en una feria que este domingo y el lunes puede visitarse en horario de mañana y tarde. Hay para todos los gustos dentro de esos campos: artesanía y antigüedades. Porque la variedad es otra de las señas de identidad que se busca desde la organización.

Además, para alegrar aún más la vista de los asistentes se encuentra en A Pontenova la concentración de vespas y coches antiguos, un reclamo que hace las delicias de los asistentes en una localidad muy aficionada al mundo del motor.

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