Las ceremonias nupciales repuntan a paso lento y se hacen en formato reducido

Desde el mes de mayo hasta ahora solo se celebraron 12 bodas civiles en los Concellos de A Mariña, y a pesar de ser un número bajo los restaurantes especializados en banquetes tienen actos todos los fines de semana de verano 
SHOW ROOM DE BODAS CELEBRADO EN EL RESTAURANTE O ASADOR DE BARREIROS
photo_camera feria dedicada a la organización de bodas en Barreiros. AEP

El verano es la época preferida por casi todos para casarse por sus días largos, las vacaciones, el calor y el sol. Pero la llegada de la pandemia trajo consigo la suspensión o el aplazamiento de las ceremonias nupciales, que ahora comienzan a repuntar de nuevo. Con la mejora de los datos epidemiológicos, quienes retrasaron el "sí, quiero" no parecen dispuestos a esperar más.

Vuelven los enlaces matrimoniales, pero lo hacen con algunos cambios. "Casi todas las celebraciones son de formato reducido. Son más una comida familiar que una boda", afirma Antonio Graña Vázquez, director del Parador Nacional de Turismo de Ribadeo. Otra tendencia que se está implantando, provocada por los límites de aforo, es la de retransmitir la ceremonia por streaming, una costumbre que llegó para quedarse.

De momento todavía no se volvió a coger el ritmo previo al primer estado de alarma. Prueba de ello es que en ocho municipios mariñanos consultados por este periódico solo se celebraron una docena de bodas civiles desde mayo, a las que hay que sumar las religiosas. En los consistorios de Lourenzá o Mondoñedo no hubo ningún enlace en estos meses. Barreiros y Xove suman tres cada uno, seguidos de Ribadeo y Foz, con dos, y O Vicedo, con una.

Agosto y especialmente septiembre, se caracterizaban por ser los meses del año en los que más bodas se celebraban, por lo que se espera que la situación mejore. Muchas parejas ya no quieren aplazar más la ceremonia. Ya hay algunas fechas marcadas en los calendarios de los consistorios, sobre todo en agosto, que este año se lleva la palma, pero en otros casos aún hay parejas a la espera de concretar fecha. Concellos como Ribadeo, Cervo o Xove tienen previstos enlaces en las próximas semanas, pero todavía quedan algunas fechas sin decidir en el calendario. Otros como O Vicedo presentan un planning más a largo plazo e iniciaron la tramitación de los expedientes de casamientos que se harán en octubre o noviembre. Barreiros o Burela, en cambio, ya acogieron estos días sendas bodas. 

Cuando se habla de bodas, instintivamente se viene a la cabeza el menú y el lugar en donde degustar unos suculentos platos. El restaurante Louzao, ubicado en la parroquia de Area (Viveiro), es uno de los que está especializado en este tipo de eventos. Este establecimiento mantiene su ritmo "rutinario", según explica su gerente, Jesús Louzao, quien agrega que "desde junio contamos con enlaces matrimoniales todos los fines de semana hasta septiembre, si la cosa no empeora".

Todas las celebraciones tienen la característica común "de celebrarse en formato reducido. Los invitados, contando a los novios, no llegan a la centena; incluso, no suelen superar los sesenta. En ocasiones, el número se reduce a la mitad rondando las treinta personas. Es un aspecto a tener en cuenta a la hora de planificar las mesas debido a las limitaciones", agrega Jesús Louzao.

De la misma opinión es el director del Parador de Ribadeo, Antonio Graña, quien apunta que el número de invitados de las bodas celebradas en sus salones fueron ''reducidos. Vienen pocos invitados. Solo gente cercana''. A Mariña cuenta con una gran variedad de sitios, con opción exterior e interior, ya sea en jardines adecuados para la ocasión o en grandes salas en las que poder reunir a familiares y amigos respetando las medidas, en los que disfrutar del día después del simple trámite matrimonial.

Restaurantes como O Cabazo en Ribadeo, o Finca Galea en Alfoz, han visto incrementarse el número de encargos nupciales. Sin embargo, otros como O Lugar do Sixto, en Cordido, han dejado a un lado la celebración de gran des eventos para centrarse en el hotel, "en el cual tenemos colgado el cartel de completo", explica su gerente.

En estos establecimientos, que también cuentan con restaurante abierto al público a diario, empiezan a ver la luz al final del túnel, pues para los próximos meses ya disponen de varias reservas de bodas, todas ellas con pocos invitados. Esta tendencia al alza se va consolidando a la vez que muestra la vuelta a la nueva normalidad. La crisis sanitaria, todavía latente, impone una celebración diferente. 

Los enlaces por 'streaming' ganan terreno

Las planificadoras de bodas encontraron un aliado en la retransmisión de las ceremonias para llegar así a las personas que no pueden estar presentes

Organizar una boda puede traer muchos dolores de cabeza, estrés y discusiones de pareja. Por eso, contar con una planificadora de bodas siempre es una buena opción para repartir el trabajo de los preparativos del enlace.

La reducción del número de invitados puede convertirse en el primer problema, ya que escoger qué personas asistirán al gran día no es una elección fácil para no dejar a nadie de lado. Si a esto se le suma el auge de las redes sociales y de plataformas digitales, se obtiene una la solución perfecta: la retransmisión de las bodas por streaming.

Esta peculiar iniciativa se está poniendo de moda, especialmente entre los matrimonios más innovadores y jóvenes, aunque pueda parecer raro. Estar en el salón de tu casa, vestida de gala, viendo cómo se casa un familiar o un amigo a través de una pantalla, es una solución muy factible en los tiempos que corren. De esta forma, ''los novios pueden invitar a todas las personas que quieran a través de aplicaciones como skype'', explica la planificadora, Aida Méndez. 

Esta nueva versión nupcial ha llevado a la creación de servicios de expertos que se dedican exclusivamente a la transmisión en directo de bodas para familiares y amigos. Sin embargo, también hay formas caseras de emitir una boda utilizando simplemente un teléfono móvil y una red social. Desde que se empezó a usar esta propuesta, cada vez son más los matrimonios que la incluyen en su boda. Aunque a simple vista se pueda ver como algo fácil de conseguir, esto supone un trabajo extra para las planificadoras de bodas. "Tenemos que preparar la boda presencial, con el decorado, las flores, las mesas, etcétera. Pero también conseguir conectar a todas las personas a la vez y que no haya problemas de conexión o de sonido", relata Méndez sobre su trabajo.

A pesar de contar con esta nueva modalidad, que va aumentando poco a poco, el número de encargos de los que disponen las planificadoras de bodas sigue siendo mucho menor a los que había antes, pero con cierta mejoría respecto al año pasado.

La pandemia también obligó a reinventarse a las empresas dedicadas a la organización de bodas que, de la mano de las nuevas tecnologías, encontraron algunas novedades como esas retransmisiones online para llegar a centenares de invitados en cualquier parte del mundo.

Limitaciones: Animan poco a que la gente salga a dar el paso
La pandemia supone un problema a la hora de dar el ‘sí, quiero’. Limitaciones de aforo, de reunión, e incluso de horario, suponen un plus a la hora de organizar una boda.

Seis por mesa


Para preparar una boda se busca invitar al mayor número de personas para hacer un gran festín. Sin embargo, este aspecto se ve limitado a un máximo de 6 personas por mesa en interiores, lo que ciñe el número de personas a las que invitar o buscar un espacio extremadamente amplio.

Hostelería


Al igual que a lo largo de estos meses, los hosteleros son los principales afectados por el descenso de bodas. A pesar de ello, hay establecimiento, como el Louzao en Viveiro, que contarán con celebraciones matrimoniales todos los fines de semana hasta septiembre.

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