Cautivados por A Maruxaina

Un año más, las calles de San Cibrao se llenaron de vecinos y visitantes para disfrutar una de las fiestas más conocidas de la comarca. Día de encuentros y de reencuentros en los que la alegría y la diversión son las tónicas que no faltan en ningún grupo de gente

OTRO AÑO más A Maruxaina volvió a llenar las calles de San Cibrao. La zona urbana y el arenal de O Torno se encontraban abarrotadas de gente, tanto de adultos, como de jóvenes, como de niños en un día en el que la alegría y la diversión fueron las protagonistas. La música estuvo presente en cada rincón, y el ambiente festivo se sentía por todas partes. La buena gastronomía tampoco faltó. Muchos grupos se asentaron en la playa al mediodía para disfrutar de una buena comilona, con empanadas, tortillas, filetes, y cualquier plato típico de estas celebraciones. Otros grupos, en cambio, elaboraron carros propios para poder ir moviéndolos por todo el pueblo y guardar en los mismos la comida y la bebida.

Si algo está claro en esta fiestade Interese Turístico Galego, es que en los últimos años ha crecido de forma espectacular y ha traspasado fronteras. Los asistentes no solo son vecinos o de la comarca, sino que viajan hasta San Cibrao desde lugares más lejanos para poder disfrutar de primera mano de la celebración. María Márquez, por ejemplo, viene a esta fiesta desde Cádiz: "Me está gustando mucho, ya es el segundo año que vengo y ahora lo repito con mis niños. Ya vinimos el jueves". Patricia Pillado, hija de uno de los iniciadores de A Maruxaina, Alberto Pillado, es quien invitó a María a esta fiesta: "Mi padre es un de los responsables de que esta fiesta surgiera aquí en San Cibrao, y de hecho guardamos en mi casa A Maruxaina, así que estoy muy involucrada desde los inicios". Ambas afirman que esta fiesta es muy especial por varios motivos, Patricia explica que "es el día en el que regresa todo el mundo, y si quieres ver a alguien que hace mucho que está fuera, ese día viene, es un día de reencuentro". Ambas también coinciden en que el tema de la leyenda llama mucho la atención en general.

Alba Vázquez, Alejandro Díez y Lucía Riopedre vinieron hasta San Cibrao desde Asturias para disfrutar de esta fiesta y de su ambiente. Lucía explica que "mi madre es del pueblo, y gran parte de mi familia también vive en esta zona, así que vengo aquí con frecuencia y A Maruxaina no me la pierdo". En esta ocasión, invitó a dos amigos suyos para que pudiesen conocer de cerca la zona y el evento en sí. Ambos coinciden en sus primeras impresiones: "Nunca antes habíamos venido, pero nos está gustando mucho el buen ambiente que hay".

El grupo de amigos de Toñita Piñeiro fue uno de los que se organizaron para crear su propio carro y transportar de forma sencilla por las calles del pueblo la comida y la bebida. "Somos máis de vinte, xuntámonos xente da Coruña e outros de aquí. Non nos perdemos esta festa nin un só ano", cuenta Toñita. La pandilla la conforman adultos, jovenes y niños. "O carro fíxonolo o noso irmán e temos de todo para comer: tortilla, empanada e ata percebes este ano. Gústanos moito comer na praia pero nesta ocasión imos variar un pouco", explica Piñeiro.

Los jóvenes son de los que más disfrutan de A Maruxaina año tras año, una fiesta diferente y original que les cautiva. Carmen Paz, de San Cibrao, no falta ni en una sola edición, y con su grupo de amigos, conformado por más de quince personas, se reúnen en la playa, donde se divierten durante gran parte del día. "Lo estamos pasando muy bien, llevamos aquí desde las doce de la mañana, y estaremos hasta que el cuerpo aguante", afirma. "Nos gusta mucho porque es una fiesta muy importante para el pueblo, de toda la vida, además de que se hace en la playa y dura todo el día", añade.

Carolina Muñoz también forma parte de un grupo de jóvenes que se reúnen cada verano para asisitir a la fiesta. A pesar de no vivir aquí durante el resto del año, tienen familia de aquí, por lo que A Maruxaina es visita obligatoria. "Es la mejor fiesta no de aquí, sino del mundo", afirma. "Nos lo estamos pasando genial hoy. Nuestra parte favorita es el día entero, pero por la noche también nos quedamos siempre. Esta fiesta es muy especial, la verdad. Uno se prepara todo el año para esto", concluye Carolina.

Una de los aspectos más representativos de esta fiesta es la vestimenta. Tanto hombres como mujeres se visten de maruxainos, al ser algo muy mítico de la celebración y que se lleva haciendo desde los inicios del festejo. Incluso los más pequeños se meten en el papel y usan las prendas correctas para poder disfrutar de este día en sintonía con los demás asistentes. Raquel Botana, que es el primer año que viene, y sus amigas, son un claro ejemplo de cómo vestirse correctamente de maruxainas. "Todos los años se caracterizan como es debido, y yo no iba a ser menos", explica Raquel. Las cuatro coinciden en que la fiesta durante al día es espectacular. "En esta fiesta se siente la magia de A Maruxaina, y es lo que la hace tan especial. Hay algo que es muy curioso, y es que aunque haga mal tiempo en los días previos, para este día siempre hace bueno, lo cual se agradece al tratarse de una fiesta en la playa", afirman.

Lorena Vior, de San Cibrao de toda la vida, también asiste cada año sin falta con su marido y sus amigos. "Nuestra parte favorita es la hora de la comida, así entre la mañana y la tarde, pero también los fuegos artificiales, que son preciosos", cuenta Lorena. "La leyenda, el pueblo y el ambiente son los ingredientes necesarios para hacer de esta celebración algo tan especial", concluye.

La leyenda de A Maruxaina consigue reunir a cientos de asistentes, que disfrutan de una gran fiesta en honor a su historia, repleta de diversión y música por todas las calles del pueblo.

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