As Catedrais se visitará con plena libertad y sin vallas a partir del próximo lunes

La temporada alta en la que es necesario controlar el acceso para no saturar el arenal finaliza el domingo

Un vigilante observa desde el arenal a un visitante frente a la gruta vallada. I.G.
photo_camera Un vigilante observa desde el arenal a un visitante frente a la gruta vallada. I.G.

El control de acceso a la playa ribadense de As Catedrais, mediante un pase gratuito obtenido previamente por internet, terminará en cuatro días. A partir del lunes, al arenal quedará abierto a quien quiera visitarlo, sin límite, y sin las vallas y perímetros que colocan los vigilantes para disuadir de entrar a las áreas con más riesgo de desprendimiento. La temporada alta se termina el domingo, con cierto temor e incertidumbre a lo que pueda pasar, aunque, como señalan los carteles, el visitante es responsable de los riesgos que asuma durante la visita.

El control de acceso que establece la Consellería de Medio Ambiente está pensado para preservar el arenal de la masificación que sufre en Semana Santa y en verano. Pero además de vigilar que no se complete el cupo de 4.812 personas diarias, los vigilantes colocan vallas a diario e informan sobre los riesgos de viva voz y repartiendo folletos.

"Si ya con vigilantes y socorristas había quien se saltaba las vallas para acercarse a las rocas o quien entraba en las cuevas, incluso en aquellas que están valladas -como en la que falleció una joven la pasada Semana Santa al caerle encima una roca-, no sabemos qué pasará sin vigilancia", matizan tanto los turistas, como el personal que ha estado a pie de playa.

"Queda claro por los carteles que la responsabilidad de lo que ocurra en la visita recae en el turista. Hay numerosas advertencias sobre el peligro de desprendimientos", objetan.

La playa se visita todo el año, pero es raro que pueda superarse el tope máximo de 4.812 personas para un día, en invierno. De hecho, para estos últimos días del mes de septiembre, las visitas han ido reduciéndose significativamente, quedando incluso entre 2.500 y 3.000 plazas libres para cada jornada. "Septiembre es el mes de la vuelta al cole, ya se terminaron las vacaciones»" matiza el personal.

Los fines de semana de los próximos puentes festivos suele abrir la oficina de información turística que el Concello tiene en el enclave. La Xunta, sobre todo después del accidente mortal, ordena a sus agentes medioambientales pasar a menudo por el paraje.

La Dirección General de Costas del Estado mantiene que no se debería prohibir el acceso a las grutas, ni en general a ningún lugar del enclave costero, porque se trata de un espacio público y objetan que carecen de competencias para prohibir y regular el acceso.

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