La playa ribadense de As Catedrais vuelve a lucir como en sus mejores días, al menos en lo que a nivel de arena se refiere. Si durante las pasadas navidades cundió cierta alarma debido a que toda la arena que había en una amplia superficie justo en el acceso al arenal había desaparecido por completo, durante el pasado puente de Carnaval los visitantes ya pudieron disfrutar de nuevo de la playa sin tener que desplazarse con dificultades por entre rocas afiladas.
La recuperación de la arena concretamente en ese punto es importante debido a que la distancia que se había creado entre el último escalón de los accesos y el suelo era de entorno a un metro y medio, lo que hacía casi imposible el acceso a muchas personas.
Todas las que tenían algún problema de movilidad y fueron a la playa durante las pasadas navidades simplemente no pudieron acceder a ver los arcos que caracterizan a la playa.
Ahora, aunque el nivel de arena no es ni con mucho el más alto que tuvo la playa, sí es lo suficientemente elevado como para proporcionar un paso sin problemas entre el último escalón y la arena de la playa.
TRABAJO PENDIENTE. En lo que será necesario trabajar de cara a las próximas vacaciones de Semana Santa será en el acondicionamiento de los accesos, que con las lluvias del invierno generaron una gran cantidad de musgo que se acumula en los escalones y puede provocar resbalones.
En todo caso, siempre antes de dicho periodo vacacional se hace una revisión completa de la playa y su entorno debido a que es un periodo en el que la playa ribadense recibe a miles y miles de personas, especialmente si el horario de mareas facilita las visitas bien durante la mañana o bien durante la tarde.
ATRACCIÓN. Mientras tanto, la cantidad de gente recibida en As Catedrais entre el sábado y el martes de Carnaval confirma que la playa continúa siendo un foco de atracción turístico de primer nivel y que pese al tiempo transcurrido no decae el interés de los turistas por visitarla.
De cara a la Semana Santa la Xunta volverá a implantar de nuevo el sistema de reserva de plaza y limitará el número de visitantes diarios que puede recibir la playa. En principio, todo hace pensar que la carga diaria continuará como hasta el momento, en 4.812 personas.
