Casi dos metros de arena cubren ahora el pecio del galeón de Ribadeo

La campaña de estudio del pecio del galeón Santiago, hundido en el puerto de Ribadeo, está en marcha otro año más, aunque los especialistas se han topado con una dificultad inesperada, dado que los vestigios de este buque militar del siglo XVI están ahora bastante cubiertos de arena, lo que complica los trabajos, aunque no los impide. El arqueólogo subacuático Miguel San Claudio indica que tratarán de avanzar en la conservación de los restos y extraer nuevas muestras, una labor condicionada por la evolución de la capa de arena que cubre el barco, lo que parece indicar que "el puerto está en proceso de colmatación", según su apreciación. Los bancos de arena se han desplazado por el canal y cubierto el pecio, donde se ha depositado entre metro y medio y dos metros de este material.

La exploración de este año, que arrancó con los trabajos previos a principios de mes y que culminará el 30 de junio tras realizar las primeras inmersiones esta semana, incluye la ampliación de la investigación al resto del puerto ribadense "estamos haciendo un estudio para imbricar el Galeón en el yacimiento general del puerto de Ribadeo".

El equipo multidisciplinar que acomete los trabajos está recuperando material para su estudio. Las piezas que extraen están descubiertas por la acción de las corrientes contra las infraestructuras portuarias y el desplazamiento de la arena, "que deja ver los restos acumulados a lo largo de los siglos".

MATERIAL RECUPERADO. El especialista señala que recuperan material cerámico, como vasijas, platos o elementos de cocina, pero también otros de almacenaje para transporte de distintos elementos. Entre las piezas extraídas hasta el momento figura una jarra metálica de peltre. "Son piezas que nos cuentan las relaciones históricas del puerto de Ribadeo, nos dan pistas y cronologías de su evolución", explica San Claudio.

La datación de los elementos localizados va desde la época Bajo Medieval hasta la actualidad. "En toda la zona despejada de arena hay restos arqueológicos, con una clara compartimentación, espacialmente están muy delimitadas las superficies donde hay restos antiguos y modernos, pero todavía estamos con el estudio preliminar y son hipótesis", precisa.

PROCEDENCIA. La distribución del material está definida, según San Claudio, quien indica que «abundan más los de una época determinada en una zona, esa situación tuvo que ver con la evolución del puerto y cómo el espacio interior del mismo se modificó en función del tiempo. Hemos identificado procedencias desde Portugal a Holanda, entre otras», lo que coincide con la creación de la federación comercial de la Liga Hanseática.

El material arqueológico descubierto hasta el momento tiene afecciones derivadas de su exposición a la acción de las corrientes y también de los organismos que se fijan en él, debido a la desaparición de la arena. El objetivo de los investigadores es "proteger este patrimonio para evitar que se pierda por la acción del mar, ya que las corrientes aquí son de tres nudos, por lo que desplazan y arrastran el material por el fondo, las piezas se rompen y hay riesgo de desaparición", indica Miguel San Claudio.

El equipo trata las piezas para su estudio en las instalaciones cedidas por el Concello ribadense y después las depositará donde establezca la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, encargada de definir el destino del material.

Un grupo de entre diez y doce personas realiza los trabajos en función del avance de la investigación. Proceden de las universidades de Texas, Valencia, Lisboa, la Trinity Saint David de Gales, y el Institute of Nautical Archaeology de Estados Unidos, entidad que junto a la Xunta financia los trabajos.