Casas indianas con encanto en busca de dueño

El encanto de las casas indianas tiene un precio y no todos los bolsillos pueden permitírselo. De las construcciones más exuberantes pocas quedan ya a la venta, pero todavía buscan morador algunas como la mansión indiana de José Acevedo en Ribadeo o el chalé de Fondón en Viveiro.

La casa en venta con el precio más elevado en toda A Mariña — por 1.350.000 euros— es la mansión indiana situada en la zona de la Atalaya de Ribadeo, que desde que se puso en el mercado recibió el interés de muchas personas y ahora mismo está "prácticamente vendida" a una en concreto. "Esta persona la quiere respetar como está para vivir, como segunda residencia de veraneo", comenta una de los 14 bisnietos de José Acevedo, el indiano de A Devesa que hizo fortuna en Cuba y que a su regreso mandó hacer esta vivienda de 1.266 metros construidos y 3.160 de finca, con tres plantas, siete dormitorios, comedor con montacargas a una de las dos cocinas, cinco salones, cuatro baños, tres galerías y dos terrazas, entre otras estancias, con unas imponentes vistas sobre la ría de Ribadeo.

La mansión parece escondida en el casco antiguo ya que su fachada de la calle Trinidad es de tipo tradicional. Según apunta una de las herederas, su bisabuelo compró una casa que ya había y la agrandó: "Toda la parte que da a la ría, unas galerías con cristales de colores, lo añadió él a la casa preexistente y fue comprando toda la manzana, toda la esquina de Méndez San Julián". "Yo nací en esa casa y era espectacular", recuerda la bisnieta, que añade que era "una casa muy moderna para la época". Actualmente necesita reforma en algunas estancias y ya no conserva el diseño del jardín, pues en un intento de venta anterior se realizaron en él unas catas arqueológicas y quedó a césped.

La inmobiliaria Gestión de Patrimonios de Oviedo es la que gestiona la venta de esta casa, "una maravilla" de la que destacan "su magnífico artesonado, el suelo de piedra antigua, la preciosa madera que pisa todas las dependencias, la gran campana azulejada de la cocina, las terrazas con vistas en todas las direcciones, el gran jardín y su casita con chimenea, que hace proa sobre la ría". La vivienda podría por sus características convertirse en un hotel de lujo o en varios apartamentos —hubo interés en destinarla a un negocio de este tipo—, pero si termina de cerrarse la venta a la persona interesada seguirá como hasta ahora, como vivienda.

Uno de los mayores exponentes de la arquitectura indiana en la comarca y que también busca nuevo dueño es el denominado chalé de Fondón, en Magazos (Viveiro). Urbenorte Inmobiliaria de A Coruña gestiona la venta de este excepcional inmueble que destaca por su buena conservación y del que dicen que "hay interés, de hecho se vio en bastantes ocasiones" y llegaron a tener una oferta enfocada a montar un complejo turístico, sin embargo "no se llegó a acuerdo en el precio".

Inversores de fuera de Galicia, de Madrid o Valencia, fueron los hasta ahora interesados en esta casa, cuyo precio bajó recientemente hasta el millón de euros (estaba en 1,1) e incluye ahora otra parcela colindante que antes se vendía aparte y que es la que tiene acceso al embarcadero en el río Landro, además de otra casa de piedra del año 1880 y 400 metros construidos.

El imponente chalé fue levantado en 1927 a iniciativa de Antonio Pernas Corral, emigrado a Cuba, y su familia conserva la propiedad. Desde la inmobiliaria destacan que "el estado de la vivienda es asombroso, pues la calidad de los materiales y el buen cuidado recibido hacen que luzca como si el tiempo se hubiese parado", con maderas de cedro, caoba y roble, o seda en los forros de las paredes. Se divide en cuatro plantas de 300 metros cada una, con un sótano destinado a garaje, cuarto de calderas, almacenaje y porche de estética colonial; planta baja con hall, despacho, baño, cocina, salón "galardonado con el primer premio de la Exposición Universal de Barcelona" y galería que ocupa las fachadas sur y este; primera planta con cinco dormitorios —el principal con su propia galería y dos con una compartida—, un baño con ventanas en esquina; y planta ático con tres dormitorios, uno ubicado en el punto más alto de la torre.

Toda la finca, en la que también hay una piscina, tiene una superficie de 15.000 metros cuadrados.

Otras oportunidades

También bajó 100.000 euros, hasta los 650.000, otra propiedad indiana en Viveiro, en A Feira de Galdo, una casona con una superficie de 686 metros cuadrados construidos en una parcela de 13.000, con cuatro plantas, diez habitaciones y siete baños. En la parte trasera destaca un gran porche con columnas con vistas al jardín, en el que hay plantas ornamentales, un cruceiro de piedra y hasta una casita del árbol.

En la calle San Roque de Ribadeo, uno de los epicentros de la construcción indiana, está en venta por 500.000 euros un caserón de 822 metros cuadrados construidos que se distribuyen en tres plantas más buhardilla. "A su interior se accede por una escalera desde el jardín y sus estancias aún conservan el sabor manteniendo muchos de sus elementos originales", destacan desde Rústicas Singulares, la inmobiliaria que gestiona la venta. En este caso hubo varias muestras de interés, pero "todo depende del precio, si el mercado ve el precio alto y los propietarios no se adecúan al mercado, tiene difícil solución. Es lo que suele pasar. Si se adecúa, al final todo se vende", indican. Los interesados en esta vivienda exploraron su compra tanto como para residencia como para negocio, y eran "de la zona de Galicia".

Este caserón lo promovió en 1886 Francisco López García como residencia familiar, aunque en décadas posteriores albergó la Ayudantía de Marina. En su fachada principal destacan dos columnas de hierro fundido que soportan la solera de piedra del nivel superior con balaustrada de reja y puertas de madera. Los dos balcones también son de forja, material utilizado como elemento decorativo de forma efímera en esta época y del que quedan pocos testimonios.

En Trabada está a la venta por 350.000 euros una casa indiana con 358 metros construidos, cuatro plantas, 7 habitaciones —dos con galería— y un baño, en una parcela de 3.224 metros cuadrados cerrada por un muro de piedra y que alberga también un horno. Toda la carpintería de la casa es de castaño y los suelos también de esta madera, pinotea y pino rojo.

Esta casa está a la venta en Inmobiliaria Alba de Ribadeo, desde donde indican que hay poca demanda de este tipo de viviendas, "las casas que son muy señoriales no son baratas", dicen, y si hay que hacer reforma la gente "busca algo que sea más económico". También depende dónde esté ubicada la vivienda, y en el caso concreto de esta "la gente busca más hacia la costa. Hubo algún interesado a través de internet, pero visitas u ofertas, no", reseñan.

En la entrada de San Cosme está a la venta por 297.000 euros la denominada Casa de Carballo, construida a finales del siglo XIX en un estilo de "transición entre vivienda autóctona y casa noble de aire palacial". Son tres plantas de 150 metros cuadrados cada una, sótano y bajocubierta, en un solar de 13.500 metros cuadrados. Uno de los elementos que destacan en ella es su galería acristalada a modo de torre, así como las barandillas de forja, y en su interior había pinturas murales, carpinterías con relieves tallados y techos de madera pintados con diversos motivos florales y geométricos. Por dentro está dividida por pisos tipo apartamento distribuidos en salón-comedor, cocina, dos habitaciones y un baño.

Otro caserón colonial en venta y que necesita reforma, en este caso tanto exterior como interior, está en Cangas de Foz, pegado a la carretera de la Costa, con un precio de 160.000 euros que bajó desde 240.000, según figura en la web Idealista. Tiene un total de 718 metros construidos en cinco plantas, con bajo y tres alturas de 172 metros y bajocubierta de 30 metros cuadrados, en las que se reparten diez habitaciones y cuatro baños. La parcela es de 1.900 metros y en ella también hay garaje y antiguas cuadras.

Por 170.000 se vende una casa indiana en Ourol que estaba en abandono y en la que su propietario actual inició una restauración, pero la puso a la venta. Es la denominada Casa de don Ramón, construida en los años 20 a iniciativa del emigrado en Cuba Ramón Vázquez, con unos 200 metros cuadrados, 4 dormitorios y 4 baños, y unos 500 metros de parcela. "O perfil de quen busca unha casa indiana é xente doutros países, ou alguén que teña un oficio e teña o capricho de renovala", señalan desde la inmobiliaria que la tiene a la venta. "Os de aquí non valoramos o encanto, ten que vir xente doutros sitios a valorar iso", afirman, tras haber vendido a un extranjero otra vivienda indiana en la parroquia de Galdo.