Carreiras prevé retomar la actividad en una nave de Burela la próxima semana

El agravante del fuego en la planta de Cuíña fue la estructura tipo sándwich "que prende como a pólvora", dicen bomberos y GES
La nave, calcinada. EP
photo_camera La nave, calcinada. EP

La firma Distribuciones Carreiras prevé retomar la próxima semana la actividad en una nave situada en O Perdouro de Burela, cuya ocupación provisional negociaron este viernes mismo los responsables de la empresa con el Ayuntamiento y los propietarios de la instalación creada por Cristalería Burela.

El fundador Ángel Carreiras Cillero y sus empleados, con ayuda de proveedores iniciaron ya los preparativos en la nave para poder servir desde allí a sus proveedores a partir de la próxima semana. "Estamos preparando a estrutura, instalando os sistemas informáticos, a ver se o luns á tarde ou o martes podemos servir xa aos clientes os pedidos que nos tiñan feito. Temos que agradecerlles a todos os que nos brindaron o seu apoio, tamén a paciencia e a comprensión, subraya.

"É unha nave que nos cederon provisionalmente, a ver se para a semana, entre luns e martes, podemos servir aos clientes dalgunha maneira, estamos intentando amañala para retomar o traballo dende alí, pero temos que comprar todo o material de novo, porque non quedou nada. Os compañeiros do gremio estánse portando ben, axudándonos en todo o que poden e preparando para enviar a mercancía que necesitamos", explicaba este viernes Ángel Carreiras.

La nave de O Perdouro "é o que temos neste momento e imos aproveitalo", confiesa Carreiras, quien reconoce que "non é o máis ideal", dado que sus dimensiones son menores a las que tenía la instalación con que contaban en el polígono de Cuíña, en Cervo, que resultó totalmente calcinada por un devastador incendio en la tarde de este jueves. La empresa cuenta con un seguro en regla.

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AÚN ARDE. El gerente de la distribuidora, que no se atreve a realizar una valoración económica de los daños, resume estos en que son "35 anos de traballo, moita vida". Piensa que en la nave, que no contaba con detectores de humo, "non debe haber nada aproveitable, ardeu todo, o teito da oficina tamén. Cremos que non se vai poder aproveitar nada. Aínda segue ardendo parte dela, Agora está custodiada, de momento ata o luns ou o martes é probable que non poidamos entrar de novo nela", señala Ángel Carreiras en alusión a que la instalación se encuentra acordonada en parte para que las autoridades puedan realizar la pertinente investigación.

La familia propietaria y los trabajadores desconocen cuál pudo ser la causa que originó el incendio, aunque barajan cualquier problema eléctrico. La inspección ocular que realizará el equipo de incendios de la Guardia Civil será la encargada de arrojar luz sobre este hecho, pero de momento no pueden acceder a la nave, debido a que todavía continúan reavivándose los rescoldos que quedan tras el incendio, algo que también favorece el viento.

Los bomberos de Viveiro y el GES de Cervo, que tuvo un retén en la zona por la noche, se ocuparon de apagar los focos que se reactivaban, sobre todo en la zona del archivo, con mucho papel. El sargento del parque vivariense, José Antonio Veiras, explicó que el fuego se reinició a las siete de la mañana de este viernes y el responsable del GES cervense, Mario Antuña, confirmó que también solicitaron su apoyo por la tarde al reactivarse otra vez.

INFLAMABLE. Veiras explicaba que "a estrutura da nave, que é metálica, colapsou coa calor, hai chapas soltas, paredes e vigas torcidas, as estanterías de seis metros que había dentro están inestables, algunha xa caeu, había moito material. Ardeu todo, só quedan as chapas metálicas, porque o illamento do medio, tipo sándwich, consumíuse enteiro". 

El sargento de los bomberos señala que había productos con "gran inflamabilidade", entre el que menciona material de hostelería para refrigeración de bebidas, neveras con productos químicos que "son perigosos", además de los botellones para presurizar los grifos de las cervezas, "que non son inflamables", y muchas botellas parte de las cuales "estouparon". Asimismo, apunta que desde el inicio tuvieron en cuenta la presencia de un tanque de gasóleo.

El lado positivo es que la nave estaba aislada, pero "o que condicionou todo foi que toda a estrutura estaba construída da mesma forma, co illamento tipo sándwich que unha vez que prende, colle calor, é como a pólvora, estendese rápido e tamén axudou que facía algo de vento". En cuanto a posibles carencias en la red de agua para sofocar el fuego, señala que "está deseñada cunhas características, ao mellor se sobreexplotou, había seis vehículos dos parques de bomberos de Barreiros e Viveiro e dous do GES de Cervo. A auga vén do mesmo sitio. Ao comezo faltou puntualmente, uns minutos, porque era moita cantidade a que se demandaba ", recalca.
 

"Es complejo de abordar y un riesgo, no lo ves"
Antuña explicaba la dificultad de abordar el fuego entre las dos chapas. "En el momento en que arranca no hay donde abordarlo, es complejo, no lo ves, hay que buscar si hay manera de pararlo. Una vez que revienta el panel empieza a incendiar otras zonas: oficinas, archivo, bebidas, cartones, aceites o maquinaria. Los falsos techos están afectados; en alguna zona se logró apagar. Hay material en la parte baja de estanterías, que no se sabe como está".

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