El Obispado de Mondoñedo hizo público este jueves un protocolo de prevención frente a abusos sexuales a menores y personas vulnerables que regirá a partir de ahora en la diócesis y que responde, según el obispo, "a los criterios y normas establecidas por el papa Francisco y viene a complementar otros protocolos en vigor para la prevención, detección, denuncia y actuación ante el maltrato infantil, publicados en diversas instituciones civiles y religiosas". La Iglesia, dice, debe convertirse en un "ambiente sano y seguro".
El documento pretende ser una guía "sencilla y clara" para que los responsables de parroquias, grupos pastorales, centros de formación, instituciones y personas del ámbito educativo y pastoral con menores y adolescentes puedan orientarse ante posibles abusos a menores.
"Ayudar a los sacerdotes y agentes de pastoral" es el objetivo del decreto del obispo, un documento de uso interno que Fernando García Cadiñanos consultó al consejo episcopal y a la comisión de Protección de Menores en Mondoñedo-Ferrol. Tendrá una vigencia de tres años y podrá incorporar nueva legislación y normativa jurídica civil y eclesiástica que surja.
Se busca un "ambiente sano y un espacio seguro del menor y la persona vulnerable", dice Cardiñanos en un "código de buenas prácticas y pautas de organización y desarrollo de actividades con menores y adolescentes".
Cáritas atendió a 4.777 personas en riesgo de exclusión durante el 2021
Cáritas diocesana de Mondoñedo Ferrol atendió durante todo el año pasado a un total de 4.777 personas que se encontraban en situación de exclusión en los distintos programas de los que dispone y gracias a las 358 personas voluntarias que tiene distribuidas en treinta grupos de Cáritas parroquiales o Unidades Pastorales, además de sus trece personas contratadas.
La mayor parte de las personas atendidas llegaron a Cáritas a través de la red diocesana de acogida, por la que 4.008 personas de 1.608 familias fueron atendidas y acompañadas. El perfil mayoritario continuó siendo en 2021 el de mujer (55%) con nacionalidad española (64%) con menores a cargo.
Fuentes de Cáritas indican que aunque las personas migrantes no son las que más acuden a ellos en esta diócesis con un porcentaje del 35,7 por ciento de las personas con las que trabajan, sí destacan que en los últimos años hay un aumento significativo de ellas.
Para ejemplificarlo dicen que desde 2018 se incrementaron en un 10% "y esto a pesar del parón que supuso el 2020 para la entrada de población migrante. La población migrante se está volviendo, a la vista de Cáritas, una de las caras más crudas de la pobreza, agravada por la situación de irregularidad administrativa que acompaña la mayor parte de las situaciones que recibimos".
Precisamente por ello, les ofrecen un servicio de asesoramiento jurídico que utilizaron 236 personas el año pasado, mayoritariamente de Colombia, Marruecos y Venezuela. La mayor parte tiene problemas para acceder a prestaciones o incorporarse al mercado de trabajo "lo que arroja a muchas familias con menores a cargo a vivir en la extrema pobreza".
"Desde Cáritas -dicen-, seguimos instando a las administraciones públicas que pongan por delante a las personas antes de su situación administrativa". Y atendieron otras situaciones como once mayores en soledad no deseada, o a 406 personas sin hogar.
