El sorteo de la lotería de El Niño, que se celebra el día de Reyes, está dejando buenas ventas en las administraciones de la comarca mariñana. La lotera de Ribadeo, que agotó los números en Navidad, desconocía este martes el balance a falta de dos días, aunque apreciaba animación entre la clientela. Residentes en la zona y también foráneos aprovechan el paso por la localidad para adquirir algún décimo.
Los agraciados el 22 de diciembre con reintegros o terminaciones canjean todo o parte para probar suerte de nuevo. "Piden números significativos para ellos, como la fecha de nacimiento, y si no lo hay llevan otro", indica.
Francisco Fernández aseguraba desde Viveiro que las dos jornadas que faltan "son días de bastante venta" y constataba que "la gente se está animando a comprar", aunque aclara que "son 15 días, no es como Navidad, que son seis meses". El lotero vivariense destaca que las ventas "por ahora son mejores que el año pasado, en Navidad hubo mucha pedrea y terminaciones y se va cambiando". También compran los que visitan la ciudad o pasan sus vacaciones estos días en el municipio.
Rocío Piñón, de La Paloma, en Covas, apunta que "algúns levan todas as terminacións, como hai tres reintegros e máis premios están animados. No Nadal demos 1.060 euros por décimo, nun número seguinte ao terceiro, e estase cambiando tamén".
También está siendo buena la campaña para el lotero de Foz, Manuel Rodríguez, quien afirma que están "desbordados con la previsión de ventas, porque después del 23 no se pudo pedir más y hemos llegado un poco justos". En cuanto a las preferencias de la clientela, destacan los números acabados en 23 por el año que acaba de entrar. Los clientes suelen comprar más de un décimo cambiando premios de más de 100 euros logrados en Navidad.
La venta marcha asimismo muy bien en A Faba de Ouro de Lourenzá, cuyo gerente, Toni Vázquez, espera que "entre hoy y mañana se nos acabe la lotería, queda poca, la gente que quiera comprar que venga cuanto antes. Creemos que no se va a devolver nada, otros años nos pasó en Navidad, es la primera vez que se acaba en Reyes. Suben las ventas, no sé si es porque hay tres reintegros y más premios menores". Respecto a las peticiones, "como el Gordo navideño fue un número bajo, hay gente que viene buscando números bajos".
Desde O Valadouro, Henri Geada, constata que se vende "un pouco máis que outros anos", algo que atribuye al efecto de A Fonsagrada y al anuncio rodado en San Cibrao. "Quedei sen números acabados en 7, 5 e 3, tamén preguntan polo 23 e polo 17. En ventá vin á xente máis animada, é un bo sorteo. Como no Frenazo houbo un premio importante polo Nadal vendéronse moitos décimos aos que lles tocou. En Reis, como hai menos series, acabárona axiña. Estou contento, estamos subindo en vendas e canto máis vendes, máis posibilidades tes de que che toque", señala.
María del Pilar Roca nota animación y cambio de décimos premiados en Navidad. "Hay gente que vuelve a invertirlo. El 5 y el 7 están agotados, estamos sacándolos por terminal", subraya la lotera de Burela. Por su parte, Jesús Lombardía percibe que en Mondoñedo se compra mucha variedad de terminaciones. "Levan catro ou cinco en vez de todos iguais, hai xente que compra todas as terminacións. Xa quedan poucos números, pouco onde escoller, iso é bo sinal, comprouse máis que o ano pasado".
