Los cantorales de Valdeflores no aparecen pero los dominicos retiraron la denuncia

El prior de Careruela (Burgos) dice que no falta nada del convento y se habla de "extravío" al cambiarlos de sitio en 2017

El convento de Valdeflores. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera El convento de Valdeflores. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El prior del monasterio dominico de Careruela (Burgos), Julián de Cos, acudió el pasado día 5 a la comisaría vivariense para retirar la denuncia presentada a finales del mes de mayo de este año por la priora del convento de Valdeflores, enclavado en Xunqueira (Viveiro), respecto a la supuesta desaparición -entre septiembre de 2017 y mayo del actual 2018- de dos códices de canto coral que databan del siglo XIV y siguen en paradero desconocido.

El responsable eclesiástico dijo a los agentes de la investigación que él mismo comprobó que no se trataba de los libros antes mencionados, sino que eran dos cantorales del siglo XVIII que se habían retirado de un armario de la biblioteca del cenobio vivariense para entregárselos a la priora de Valdeflores, a quien el dominico citado encargó la limpieza y el almacenaje en un lugar más seco y ventilado, dado su mal estado de conservación por entonces, pues él los halló con humedades y en una situación muy deficiente.

La retirada de la denuncia se produjo una vez que el mandatario de la Orden de Predicadores, a la que también pertenecen las monjas que residían hasta mediados del pasado mes de junio en el monasterio vivariense, constató el buen estado del patrimonio del convento y aseguró que no faltaba nada de su interior.

Los investigadores de la Policía Nacional de Viveiro aseguran en una nota de prensa que no se produjo una despatrimonialización debida a la desaparición de los cantaroles ni faltaron otros bienes de ningún tipo de la instalación religiosa.

Esto supone una confirmación de que los mismos «se extraviaron dentro del convento vivariense después de que se hubiese modificado su emplazamiento habitual en septiembre del pasado 2017, según indican los agentes que intervinieron en esta investigación que pertenecen a los grupos de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de la comisaría de Viveiro.

DESCARTADO EL ROBO. Los hechos inducen a pensar en que al separarlos y depositarlos en una bolsa pudieron extraviarse dentro del propio monasterio. No se descarta que fueran a parar a la basura o almacenados en algún lugar y están ilocalizados.

La Policía Nacional descarta por tanto que su falta pueda deberse a un robo o hurto dentro de las instalaciones eclesiásticas. De hecho, apuntan que al lado de la zona donde estaban guardados había cantorales en buen estado que podrían tener mayor interés que los mal conservados, que siguen en paradero desconocido, en caso de que querer colocarlos en el mercado de antigüedades para su venta.

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