Alúmina Aluminio superó las reticencias iniciales y varias crisis, especialmente la del Casón, para convertirse en en el principal foco de despegue de la economía mariñana. La multinacional americana Alcoa se hizo con el control en 1998 Desde que el 6 de octubre de 1980 fue inaugurado oficialmente por los entonces Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, el complejo industrial de Alúmina- Aluminio, ubicado en San Cibrao y Xove, ha vivido 40 años entre rosas y espinas. La factoría era considerada en aquel entonces como una de las tres más importantes del mundo en su género junto a las que ya existían en Estados Unidos y Canadá. Además, su construcción, para la que se utilizó la tecnología más avanzada, convirtió a España en uno de los grandes productores de Europa y también uno de los principales exportadores a nivel mundial.
La implantación de la fábrica, que había empezado a funcionar algunos meses antes, en la comarca no fue un camino fácil en los primeros tiempos, al chocar los partidarios de la industrialización de la zona y de la masiva creación de puestos de trabajo con algunos detractores. Estos se quejaban sobre todo del impacto ecológico en una comarca eminentemente costera y también algunos vecinos mostraron reticencias por la posibilidad de contaminaciones (la gran balsa de lodos ahí está).
La multinacional americana Alcoa se hizo con el control en 1998
Superadas las dudas iniciales, Alúmina-Aluminio fue convirtiéndose poco a poco en el principal foco del despegue de la economía de A Mariña, especialmente para los municipios de Xove y Cervo, que experimentaron un importante avance económico y social al amparo de Alumina.
La historia de la factoría también tiene momentos duros. La primera crisis se produjo en el año 1987, cuando el embarrancamiento del Casón, en la costa fisterrá, acabó por derivar a Alúmina algunos bidones considerados muy peligrosos. Después de protestas masivas antes de la llegada de los bidones y durante los tres días que estuvieron en San Cibrao (embarcaron después rumbo a Holanda), el comité de empresa, de 23 personas, fue despedido en su totalidad en una historia que aún colea.
UN ANTES Y UN DESPUÉS. El año 1998 marcó un antes y un después en la historia de Alúmina-Aluminio, al ser comprada por la empresa estadounidense Alcoa (Alumnium Co.of America), una de las grandes empresas del mundo del aluminio.
El cierre de las plantas de Avilés y A Coruña hizo temer lo peor y desde entonces ha habido movilizaciones en serie
Los primeros años de Alcoa fueron de continuos avances, especialmente en materia de profesionalidad y seguridad, además de aumentar también su compromiso social con A Mariña.
Tras 10 años de bonanza, en el año 2009 Alcoa declaró pérdidas por vez primera y empezó a recortar sensiblemente su producción a partir del 2012, lo que afectó a las plantas de Avilés y A Coruña, pero no a la de San Cibrao.
El 6 de julio de 2012, Viveiro vivió la primera movilización de los mariñanos para defender el empleo de los trabajadores a través de la supervivencia de la fábrica de Alcoa, enfangada ya en la pelea con los gobiernos nacionales por conseguir un marco energético estable y una electricidad barata.
Tras una serie de recortes desde el año 2015, sobre todo en la planta de Aluminio el cierre de las fábricas de Avilés, el año pasado y A Coruña fue un duro golpe que ya hizo temer lo peor. Desde entonces, las manifestaciones han proliferado por la comarca, pero no parece haber sido suficiente para salvar la factoría sancibrense, al menos en el sector de Aluminio.
