Las obras de remodelación de la calle San Roque, cuyo proceso de contratación está finalizando, dejarán un vial muy diferente del existente en la actualidad y que se diseñará enfocado a potenciar su carácter peatonal, aunque la circulación de vehículos seguirá siendo de doble sentido. La calle perderá sus actuales cincuenta plazas de aparcamiento.
Como se trata de un vial relativamente extenso, desde el gobierno local garantizarán el funcionamiento comercial de la misma manteniendo tres zonas de carga y descarga. Una en cada extremo y otra en el centro.La apertura de plicas para la ejecución de los trabajos, con un presupuesto total de más de 660.000 euros divididos en 485.000 para 2018 y 175.000 para 2019, ya se realizó y hay un total de doce empresas que optan a la adjudicación de las dos fases en que se dividió esta obra. La primera de ellas se comenzará a ejecutar de forma muy rápida, en cuanto finalice el proceso de adjudicación, en el que una de las empresas que se presentaron tiene que corregir la documentación presentada.
La calle contará, tras su remodelación, con tres zonas de carga y descarga
Con respecto a la pérdida de plazas de aparcamiento, el alcalde ribadense, Fernando Suárez, ya avanzó en un principio que las obras planteadas son ambiciosas y enmarcadas en el avance de humanización de calles que se llevó a cabo en muchas otros viales.
En este caso, la calle San Roque recuperará la concepción con la que se diseñó, que fue la de una avenida señorial pensada para el disfrute de la gente como muestran sus dimensiones, ya que a día de hoy continúa siendo la calle más ancha de todo el casco urbano ribadense.Flanqueando el vial se construyeron importantes edificios indianos que ahora perviven en diferente estado de conservación.
Con estas obras, también se pretende que la calle apuntale al menos en parte su actividad comercial. Como alternativas para aparcar hay un párking a escasos metros, en Carlos III, y otro más también muy cercano, en la avenida Rosalía de Castro.
