Los técnicos que recuperan las palas eólicas perdidas el 30 de junio por el BBC Ontario en el fondeadero de mercantes de Viveiro continúan sacándolas del fondo, condicionados por el estado del mar en esta época. Según algunas fuentes, estarían localizadas todas las que restan de las 21. El barco de Rianxo y los buceadores lusos deben trabajar a más profundidad y con mar de fondo, extremar las precauciones. Sobre todo por la oscilación que generan las olas en sus asideros una vez que bajan a esas localizaciones.
Las palas que no han sido reflotadas (Salvamento retiró algunas al principio) y llevadas a Celeiro están en fondos de unos 45 metros. Expertos señalan que no es aconsejable dejarlas donde están porque siguen representando un problema para la pesca y la navegación. Más peligro entrañan incluso las estructuras de hierro en forma de jaula donde estaban estibadas las palas y que también están en el fondo.
Otro problema son los restos de las palas rotas que llegan a las playas, placas de fibra rota y depositadas por el oleaje en la arena.
Armadores de Celeiro señalan que estos trabajos deberían agilizarse en la medida de lo posible no solo para evitar el peligro de las palas eólicas en la navegación y faenas pesqueras sino también para dejar libre el importante espacio de atraque que ahora ocupan estar labores, en una de las zonas más abrigadas del puerto, junto a la lonja antigua. "Agora temos acotado aquí moitos metros para as palas e o barco de recuperación e, se sumamos o muelle que ocupan os traballos de reforma de barcos ou os que están arranchando para campañas, aparte do lugar da punta onde atracan os mercantes da pedra, os barcos de Gran Sol apenas temos sitio algúns días para arrimar ao peirao e temos que facer traballos arrimados ao costado doutros pesqueiros", señaló un afectado.
Los buzos siguen sacando palas eólicas de la ría de Viveiro
Los trabajos son ahora a 45 metros de profundidad ► Armadores urgen su retirada al llegar el invierno y el espacio que ocupan en el muelle
