Solo Burela resiste el declive de la población en la comarca

El ayuntamiento es el único de los 16 en los que la cifra de nacimientos iguala casi a la de defunciones, mucho mayores en el resto

Rebeca junto a su hijo Santiago en Ourol. EP
photo_camera Rebeca junto a su hijo Santiago en Ourol. EP

La comarca no es ajena a la sangría poblacional que sufre Galicia, una de las ocho comunidades de España con peor saldo vegetativo, es decir que registra más defunciones que nacimientos. Aunque los datos del norte lucense son mejores que en otras zonas, los números no llevan al optimismo. El pasado año se registraron entre los 16 concellos de A Mariña -Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá. Mondoñedo, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto, Trabada, Ourol, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove- un total de 458 nacimientos frente a las 1.050 defunciones, lo que arroja un saldo vegetativo en negativo de 592.

Unas cifras en rojo que se dan en toda la comarca y de las que ni tan siquiera se libra Burela, que es el concello que aporta mejores números con una diferencia de solo una persona, pues cerró 2017 con 85 nacimientos frente a 86 defunciones. Unos datos que invitan a un moderado optimismo y que se deben, en buena medida, a la cantidad de gente joven que reside en el municipio, pero sobre todo a la población inmigrante, que representa el 11 por ciento de la asentada en la localidad, que a cierre del pasado año era de 9.524.

Un porcentaje de extranjeros que supone, por ejemplo, el doble de los que residen en Viveiro que es el ayuntamiento con más habitantes de A Mariña, con 15.550 a finales de 2017 y con solo 845 extranjeros censados frente a los 1.028 del municipio burelés.

En la actualidad, el ayuntamiento burelés oferta clases de apoyo para niños en edad escolar durante el curso

Además del número, destaca la procedencia ya que en Burela están censadas personas de cerca de 40 nacionalidades, siendo la caboverdiana la mayoritaria. Un origen que es también el de Angélica Gómez, la concejala que dirige la delegación de inmigración, la única que existe en la comarca de A Mariña y que el gobierno creó para promover la formación y facilitar la integración de la amplia colonia de inmigrantes, que cuenta también con un servicio de atención propio en la consistorio.

Un gobierno local, el burelés, en cuyas filas hay también una edil peruana, Carmen Edith Ángeles Chumacero, que lleva Protección Civil y que es un reflejo de la realidad que se vive en la localidad.

Una población inmigrante que la que ayuda también a subir el índice de natalidad en el municipio, que aún con una nueva guardería abierta el pasado curso registra lista de espera. «Es una pena y lo que demandamos es que se pueda ampliar el número de plazas, porque en el nuevo centro se gastó mucho dinero tanto por parte del Concello como de la Xunta para ponerlo en marcha y son todavía varias las familias de Burela que han quedado en lista de espera», reconoce Patricia Otero, concejala de servicios sociales.

Un departamento desde donde se gestionan diversas ayudas a las que puede acceder toda la población y a las que a las de emergencia social se suman otras para la compra de material escolar.

El 14% de la población burelesa tiene menos de quince años, por lo que buena parte de los esfuerzos se centran ahora en intentar frenar el abandono de los estudios que se está detectando, especialmente entre la población foránea. Con el respaldo de los centros de enseñanza se buscan medidas para mermar esta situación, en la que también se quiere implicar a la Xunta, de la que depende, por ejemplo, la contratación de profesores de apoyo, que es una de las reinvindicaciones. También la opción de ampliar la rama formativa profesional, con más especialidades en la comarca, con el fin de facilitar el acceso a unos estudios que permitan la incorporación al mundo laboral.

En la actualidad, el ayuntamiento burelés oferta clases de apoyo para niños en edad escolar durante el curso. El de Cervo tiene un programa de repaso durante el verano para los alumnos.

Comentarios