Al mal tiempo buena cara y mejor si es con una sonrisa de oreja a oreja, como las que deja el Entroido entre participantes y público gracias al ingenio que derrochan los que desfilaron tras dos largos años de parón obligatorio por el covid.
En Viveiro será algo más porque el mal tiempo obligó a suspender el desfile poco antes de la hora prevista para su inicio, lo que dejó a muchos con las ganas de divertirse a lo grande. El Concello baraja convocarlo para otro día e informará en cuanto adopte la decisión.
En Ribadeo se animaron a salir a pesar de la lluvia, que se dejó sentir casi durante todo el recorrido, pero sin grandes trombas, lo que permitió que tanto los participantes como los asistentes disfrutaran de una fiesta con premios de más de 4.000 euros para los ganadores y la recuperación de la Mascarita, un personaje tradicional que revive del ostracismo.
En San Cibrao el desfile también se hizo algo de rogar, pues se inició tras haber arrancado la fiesta en la carpa instalada en la Praza do Campos aprovechando una tregua de la lluvia. La carpa fue el destino final de todos los disfrazados y la que permitió el desarrollo de una cita, que se convirtió en una gran fiesta ambientada por un grupo musical, que solo interrumpió su actuación para la entrega de premios.
El polideportivo fue el lugar hasta el que trasladaron la fiesta infantil en Ferreira, lo que permitió que los niños lo pasaran en grande a cubierto, al igual que ocurrió en Riortorto, donde regalaron chocolate con churros.
En Foz, los hinchables y juegos se pusieron en la sala Bahía, mientras que en Barreiros se apostó por los dulces tradicionales con un concurso promovido por las mujeres rurales Tea de Araña.
PREVISIONES. Las previsiones metereológicas decidirán lo que ocurra en la jornada de este miércoles, día de actos tan emblemáticos como el Enterro da Sardiña. En Viveiro cruzan los dedos para que puedan salir tanto los niños, con el Enterro da Parrochiña a las seis y media desde el final de la calle Pastor Díaz, como el de los mayores, previsto para las nueve desde la Praciña da Herba, con reparto de bollos preñados y vino entre los asistentes y animación musical de la charanga Santa Compaña.
Burela, que este martes tuvo su fiesta infantil, confía este miércoles en despedir a don Carnal y quemar la sardina animado por una comitiva que saldrá a las ocho desde O Poeta.
