Regresó la Semana Santa a Viveiro y este domingo quedó claro que la espera impuesta por la pandemia de covid-19 no hizo decaer ni un ápice el enorme tirón que esta fiesta religiosa tiene en la Ciudad del Landro, que mostró un año más el porqué de su declaración de Interés Turístico Internacional.
Porque en la jornada de este domingo se notaban de forma muy especial las ganas de todos de volver a empaparse de un festejo que lució como si no hubiese pasado el tiempo, con mucha ilusión y mucho ímpetu tanto de los participantes directos como de las miles de personas que se desplazaron para ver la procesión que, de modo más o menos oficial, marca el inicio de los actos de la Semana Santa -no solo en Viveiro sino en una gran cantidad de lugares- como es la de la Borriquita, que viene acompañada de la celebrada Bendición de los Ramos. La procesión se llama oficialmente "Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén" y recuerda precisamente la llegada de Jesús a dicha ciudad donde fue recibido con ramos de olivo.
La salida fue a mediodía en la iglesia de San Francisco, organizada por la parroquia de Santiago. La imagen que se llevaba era un original de José Rivas que data del año 1948.
A partir de ahí, los participantes se dirigieron a la Praza Maior, que se encontraba totalmente abarrotada con la gente con sus ramos esperando una bendición para la que tuvieron que aguardar dos años. A la tercera fue la vencida y esta vez sí que la hubo, aún con muchas mascarillas por la gran cantidad de gente que había, pero con un ambiente ya mucho más distendido.
Ya a las siete y media de la tarde tuvo lugar la otra procesión marcada para la jornada de ayer en Viveiro: el Ecce-Homo, que organiza la orden Franciscana y en la que salen el Ecce-Homo de los franceses, El Sentado, el Cristo de la Vera Cruz –los tres del siglo XV– y la Virgen Inmaculada Dolorosa, esta del siglo XVIII.
RESTO DE A MARIÑA. La Bendición de los Ramos es un ritual que se repitió por toda la comarca, animado en todas las localidades por el buen tiempo que reinó, especialmente durante toda la mañana, ya que por la tarde el día fue más gris. Pero la mañana sirvió para hacer presagiar una fiesta religiosa que parece que recuperará todo su esplendor.
