Los bichos del Resu versus O Naseiro

Muchos fans dan rienda suelta a su inventiva y buen humor en el Resu. Identificarse con algún animal o vestirse del Papa Emeritus de Ghost sirve para ser reconocible entre la multitud pero también para socializar y participar del jaleo de los conciertos

HA HABIDO de todo pero si hubiera un premio al mejor disfraz de bicho en el Resu quizás este año deberían dárselo a Camilo José, ourensano y fan incondicional del Resurrection que no solo ha venido a todas las ediciones, sino que en esta se ha paseado los cinco días con un gran dinosaurio encima. No es fácil dar el cante entre miles de resus, pero si te lo curras un poco los amigos podrán reconocerte fácilmente en cada concierto y entre la multitud. El Resu es también una gran pasarela del humor y en el ADN festivalero vestirse de bicho es tan aceptable como un concurso de Miss Vaca.

Camilo podría triunfar incluso en O Naseiro, dentro de pocas fechas en Viveiro, porque allí el disfraz es el pan de cada día. Los muy fans todavía recuerdan al tipo que se pasó la romería en mitad de un tiburón con la boca abierta que lo devoraba hasta la cintura, y en la parte superior era puro músculo. Camilo explica que era la primera vez que venía disfrazado al Resu: "Tenía un traje y me dije, por qué no". Como T-Rex se abrió paso en los ceremoniosos conciertos del Ritual Stage y, aprovechando que excepto un día no hizo calor, se lo ha pasado bien: "Hace un efecto social impresionante , se acerca todo el mundo a hablar conmigo". Igual le ocurrió al que vino de Papa Emeritus de Ghost, que se infló a fotos.

Hasta los que han perdido el móvil buscan ayuda en las redes por si alguien ha visto el teléfono tuneado con un tiburón. Otros han perdido hasta el concierto que deseaban, pero el humor sigue. Es el caso de Dani, de Sevilla. Venía exclusivamente al concierto de Korn, su grupo favorito y ha estado disfrazándose tres días. Es lo que se lleva. El sábado se vistió de hada para dejar bien alto su lema Keep it cutre (mantenlo cutre) y afirma que lo suyo es liarla pues "es lo que más se disfruta".

Por los escenarios han merodeado orcos, cabezas de cerdo, pulpos, ovejas, caballos, cabras, pollos, mariquitas, renos, un perezoso. Vieron volar flamencos pero también algún tiburón y al menos un fan iba de vaca pinta. Que no falten las vacas.

Para Álex, de Santander, este Resu ha sido el tercero consecutivo y le gusta el jaleo del festival, con una música y un ambiente mariñano que considera únicos. Todo es positivo aunque "los problemas con la reorganización de horarios de última hora fue un poquito caos, pero lo demás lo compensa". También se ha sacado el disfraz para sumarse a su amigo Dani.

Markel, llegó del País Vasco y solo se ha pegado una noche de conciertos en el Resu pero es suficiente para hablar maravillas del festival. Es el cuarto año que viene y su objetivo era Mastodon pero aparte hay otros muchos grupos que le han gustado. Su vestimenta del sábado era un animal de fantasía, de todos los colores posibles, porque la mezcla triunfa. No es una novedad para él: "Me disfrazo todos los años, es una tradición". Luego están los que se disfrazan de resus, pero esa es otra historia.

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