El programa de voluntariado de Alcoa, que desarrollan trabajadores del complejo industrial de San Cibrao con el respaldo organizativo y económico de la fábrica, colaboró este año con más de una veintena de asociaciones en distintos ámbitos para sacar adelante proyectos vinculados a la infancia, personas con necesidades especiales, el medio ambiente o el deporte. Este viernes, los voluntarios iban a cerrar las actividades de este año mejorando la iluminación exterior de la unidad residencial de la asociación Saúde Mental A Mariña en Cervo, pero finalmente el acto se pospuso para una fecha aún sin fijar. Cada proyecto solidario recibe 3.000 dólares en concepto de ayudas.
A lo largo de este año se llevaron a cabo ocho planes de acción en colegios y actividades con la infancia. Así, los voluntarios participaron en los talleres de alimentación saludable del colegio O Pilar de Foz, contribuyeron en la mejora del patio de recreo del colegio público de Celeiro y crearon siete bancales elevados de cultivo y vallaron el huerto del colegio de Xove. También confeccionaron un mural por la paz con los alumnos del IES Marqués de Sargadelos de San Cibrao y ampliaron el patio del colegio Lois Tobío de Viveiro, donde acondicionaron una zona de huerto y un rincón de lectura. Asimismo, participaron con alumnos del colegio Pedro Caselles Rollán de Xove en una ruta de senderismo para conocer la flora y la fauna de la zona e hicieron una zona de lectura al aire libre en el centro Península da Paz de San Cibrao. Además dieron apoyo a la asociación Esperanza de Burela en las charlas de sensibilización sobre el cáncer.
El trabajo voluntario con personas con necesidades especiales se centró en un taller de manualidades junto a la delegación de Burela de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), la realización de juegos inclusivos con los residentes del centro Camiña de Burela, la adaptación del Gran Premio San Roque-Ourol para ciclistas con discapacidad en colaboración con Aspanane de Viveiro o la organización de un circuito de juegos con los residentes del centro San Pablo y San Lázaro de Mondoñedo. También visitaron Finca Galea con enfermos de alzhéimer, realizaron un taller de educación postural para jubilados de San Cibrao y construyeron casetas refugio para gatos con personas con síndrome de Down, que se entregaron a la asociación Coletiñas.
En su acción ambiental llevaron a cabo actuaciones de mejora en las playas de Esteiro y Lago en Xove y en A Caosa de Cervo, además de limpiar la fuente y los alrededores de la iglesia de Lieiro y de acondicionar un área de recreo en San Cibrao.
Finalmente, adaptaron los vestuarios del campo de fútbol de Cervo para utilizarlos como aulas de formación, participaron en la señalización y limpieza de una ruta en la zona de Roncadoiro en Xove y mejoraron una zona próxima a la playa sancibrense.
