Los puertos deportivos empiezan a recuperar su actividad tras la caída registrada en 2020 como consecuencia de la pandemia, pero todavía están lejos de alcanzar los niveles anteriores. El covid-19 también provocó un cambio de clientela, que es muy apreciable en el náutico de Viveiro, donde subió de manera considerable la ocupación por parte de usuarios locales con carácter fijo y barcos pequeños, así como por parte de los que realizan veraneo estacional y recalan en las instalaciones durante quince días o un mes. El gerente de la dársena vivariense, Fernando Medraño, explica que se trata de embarcaciones de menor porte, de hasta seis metros de eslora total, que contribuyeron a la ocupación casi total de las plazas de menor eslora. "Estamos casi al completo, cerca del 100%. De hecho, entre finales de julio y principios de agosto se llenaron", dice.
"Tenemos mucho cliente nuevo, con eso de que el turismo náutico es seguro, tanto el año pasado como este subió el número de embarcaciones pequeñas, tanto con carácter fijo como de paso", señala Medraño. "Casi no quedan plazas libres de seis metros, es barco pequeño, económico, es el único beneficio que tuvo el efecto covid, se incrementaron mucho, no era el crecimiento normal", añade.
"Estamos casi al completo, cerca del 100%. De hecho, entre finales de julio y principios de agosto se llenaron", afirma Fernando Medraño
SUBE EL TRÁNSITO NACIONAL. Sus propietarios son de la zona o su contorno más próximo, pero también proceden de Madrid y de la meseta. "Desde el año pasado se incrementó mucho el paso de nacionales, parece que empiezan a moverse, antes no lo hacía casi ninguno, porque el barco lo tienen para la playa y a muy pocos les gusta navegar y salir, pero notamos que ahora hacen más costa", comenta. Dicha variación se debe a una adaptación a la situación económica actual derivada en gran medida de las circunstancias sanitarias, así como a la búsqueda de alternativas de ocio seguras por parte de la población.
También crecieron mucho los barcos de este tipo que eligen el puerto deportivo de Viveiro con carácter anual. "Cuando se marchen los vacacionales seguiremos teniendo plazas libres para los anuales, ahora esperamos que se vayan entre 12 y 15. Se trata de plazas cuya cobertura antes de la pandemia estaba a poco más del 40% y cuya ocupación había bajado con la crisis económica anterior", indica.
El aumento del tránsito nacional se debe a una adaptación a la situación económica actual derivada en gran medida de las circunstancias sanitarias, así como la búsqueda d alternativas de ocio seguras
SIN ESPERA. La dársena vivariense no tiene lista de espera, solo la hubo cuando se creó, debido a que los pantalanes se colocaron de manera paulatina en función de la demanda. La ampliación llevada a cabo entonces permitió eliminar la espera, pero la gerencia estima que "de seguir así en breve se generará".
El incremento entre los barcos de mayor envergadura es más lento y se mueve al ritmo del mercado, debido a que su compra supone un desembolso económico mayor. "Hay ventas, pero no con mucha alegría", apunta.
El incremento entre los barcos de mayor envergadura es más lento y se mueve al ritmo del mercado, debido a que su compra supone un desembolso económico mayor
BAJÓN DE INGLESES. La recuperación de los tránsitos se fía a medio plazo. Medraño piensa que será necesario esperar un año más, "a ver si se normaliza". "Los ingleses tuvieron mucha inseguridad: fiscal, con el pasaporte covid y ya cuando anunciaron que les exigían cuarentena al regresar desaparecieron prácticamente, es algo que se nota en toda España, incluso en el Caribe, fue general", explica.
El puerto deportivo vivariense registra todavía alrededor de un 50 o un 60% menos de tráfico que en 2019, según la estimación de los responsables de Marina Viveiro. En 2020 registraron unos 250 tránsitos, una cifra bastante alejada de los 850 de un año normal anterior. En lo que va de ejercicio contabilizan más de 400, reflejo de la tendencia a la recuperación.
"Este año no hubo prácticamente cliente inglés, es casi todo francés, salvo algún alemán, irlandés y nórdico", aclara. Pese a ello la situación es mejor que en 2020, en que hubo un descenso estimado por la Consellería do Mar de entre el 70 y el 80%.
20.000
Es el importe aproximado que representó la instalación de la nueva dotación. Este nuevo pantalán aporta un refuerzo de la seguridad para los usuarios del servicio de pasaje en embarcaciones, pero además contribuye a la correcta ordenación de las actividades portuarias, según destacan desde la entidad autonómica.
