El ejemplar de ballena aliblanca que arribó muerto este domingo pasado a la playa de Llas, en el municipio de Foz, pereció a causa de un palangre que se enredó en su aleta caudal. Alfredo López, de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), indica que el aparejo causó heridas graves al animal, que tenía casi cortada la cola, lo que le ocasionó un grave sufrimiento. Por esa razón, la ballena no podía nadar ni alimentarse.
La Cemma constata la existencia de muchas capturas accidentales en artes de pesca, pero que afectan sobre todo a delfines y a otras especies que fallecen asfixiadas bajo el agua. "Os casos deste tipo que veñen co pano colgando son escasos, e raramente sobreviven", señala López, quien calcula que el animal llevaba semanas, posiblemente más de un mes con este problema.
Se trata de un ejemplar juvenil, macho, de unos 5 metros de longitud, que no es raro en la zona, pero no frecuente.
