Ayoub Atib, el portero del Viveiro, relata cómo vivió el terremoto de su país desde la distancia

La familia del portero es de Casablanca y dice que, poco a poco, en su país la vida va volviendo a la normalidad
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photo_camera Ayoub Atib muestra la bandera de su país en el móvil. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Han pasado más de diez días que un terremoto de 6,8 grados en la escala Ritcher sacudió la zona Sur de Marruecos, un país que aún está convaleciente y metabolizando el desastre. En Viveiro, Ayoub Atib, el portero del conjunto celeste, lo ha vivido de manera más emocional, con gran parte de su familia en el país norteafricano.

"Mi familia vive en Casablanca, y aunque lo sintieron bastante, mucho menos que la gente del Sur", explica. "Era el viernes, el día antes del partido ante el Bergantiños, y llamé cinco minutos después de lo que pasó, pero sin saberlo", comenta. "Me cogió el teléfono mi hermana, de 12 años, estaba con miedo; luego me pasó a mi madre, y la tuve que calmar", dice Ayoub, que dice que no se esperaban algo así.

"Se movieron las cosas dentro de las cosas, algunas cosas de decoración se cayeron", comenta lo vivido por su familia. "Pero donde más lo sufrieron fueron en los pueblos más al Sur", advierte el portero, que ha sido titular en los dos primeros encuentros del Viveiro CF esta campaña.

Los días siguientes fueron de preocupación para el cancerbero marroquí. "Ves que la gente va muriendo, que está atrapada, y no te dejan estar tranquilo estas noticias", subraya. "Cada vez que veía la televisión eran más muertes, más heridos", dice.

Cada vez que veía la televisión, las noticias, eran más muertos, más heridos

"Mi mujer, que es de Viveiro, estuvo a mi lado dándome ánimo", cuenta Ayoub. "Intenté no escuchar muchas noticias, aunque sí llamé a más familiares, a mis abuelos, a tíos", comenta.

Al día siguiente, Ayoub jugó con el Viveiro ante el Bergantiños y las crónicas dan cuenta de una actuación espectacular del portero a pesar de la derrota por 1-2 en Cantarrana. "Yo tenía que estar concentrado para hacer mi trabajo", señala. "Hubo un gesto muy bonito, que fue guardar un minuto de silencio por mi gente, y eso me dio un empujón para hacer un buen partido, aunque me hubiera gustado sacar un empate o los tres puntos", puntualiza. "El minuto de silencio fue muy emocionante", reconoce Ayoub, que afirma que "tanto compañeros como el cuerpo técnico me preguntaban por mi familia, y también los padres de los chavales a quien entreno", señala.

Hubo un gesto muy bonito, se guardó un minuto de silencio por mi gente, y eso me dio un empujón para hacer un buen partido

¿Y cómo está ahora su familia y el país? "La vida va volviendo", señala. "La gente ha intentado ayudar a los que están más afectados, a la gente de los pueblos, donde es difícil llegar en coche", advierte. "Ha llegado ayuda de otros países", comenta.

Ayoub recuerda que estuvo en la zona del epicentro del terremoto cuando tenía 11 años. "Me llevó mi padre, que le gustaba mucho el montañismo, estuvimos por la zona del Toubkal; fue una experiencia que me hizo cambiar mucho", reconoce.

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