La píllara, un ave amenazada, gana espacio en las playas de A Mariña lucense

Anida en Foz y Barreiros y su recuperación se estima un hecho por la ausencia de personas en el litoral durante el confinamiento
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photo_camera Cartel que informa de la píllara de las dunas en Altar. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La imposibilidad de acceder a las playas hasta el pasado sábado hace pensar en una recuperación de la píllara de las dunas, ave amenazada que habita en algunos arenales de la comarca y que inicia en marzo su época reproductora. Una tranquilidad que se puede anular ahora con la posibilidad de volver a acudir a los arenales, aunque sea por franjas horarias, por lo que desde Adega hacen un llamamiento a la responsabilidad evitando sobre todo que se pueda acceder con mascotas, que pueden interceptar tanto los huevos como a los polluelos.

"Levamos máis dun mes sen que haxa ninguén nas praias, unha tranquilidade que é positiva para estas aves pois estíveronse a dar as condicións idóneas para a cría, polo que o que agora o que pode pasar é que haxa un efecto rebote", asegura Ramsés Pérez, de Adega.

El integrante de la organización ecologista sabe que no tendrán datos casi hasta finales de año en que se pueda hacer un recuento del censo, pero entiende que "é de supoñer que se estará recuperando". Por eso, hace hincapié en la necesidad de evitar "maquinaria e cans nas praias" para intentar que la situación de positividad se mantega.

En cuanto a la presencia humana, otro de los factores de amenaza, recuerda que "hai que convivir" y tratar de respetar las zonas en las que suelen anidar, siempre en playas con zonas de dunas, como es el caso de A Pampillosa en Foz y Altar en Barreiros, las dos reconocidas en el plan de conservación de este ave puesto en marcha en Galicia en 2014 para la píllara das dunas, incluida como vulnerable en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas.

Unos arenales a los que se suma el también focense de A Rapadoira donde a pesar de que se trata de una playa urbana cuenta con zonas donde se ha detectado su presencia y donde la Policía Local ya advirtió el pasado fin de semana a los propietarios de un perro, pues además de impedir la reproducción del animal incumplen la normativa de no poder acceder con animales a los arenales desde el 15 de marzo y hasta el final del verano.

Ramsés Pérez no descarta que la píllara se extienda también a otras playas gracias al confinamiento, pues ejemplares de este ave y zonas de anidamiento hay también en el litoral de Pontevedra y A Coruña.

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