Un banco de la calle Ramón González de Ribadeo se convirtió en un altar para recuerdo del vagabundo que solía ocuparlo habitualmente. Allí le dejaron flores, velas y hasta una nota de despedida al creer algunos que había fallecido, sin embargo otros vecinos indican que en realidad su ausencia se debe a un ingreso hospitalario y en los servicios sociales del Concello no consta el fallecimiento de ningún transeúnte.
El hombre frecuentaba ese tramo de calle y tenía la costumbre de saludar con amabilidad a todos quienes pasaban por allí, motivo por el que su ausencia fue muy notada especialmente entre los vecinos y trabajadores de negocios cercanos. En el banco en el que muchas veces estaba sentado aparecieron varios ramilletes de flores y velas, entre otros detalles, así como una nota escrita a bolígrafo en la que le dicen que será recordado.
Además había fotografías del hombre, una reciente y otra de más joven vestido de legionario, pero esta imagen desapareció en la noche del lunes.