El Resurrection Fest se ha despedido hasta el año que viene. El festival de música que reúne a un ingente número de asistentes en Viveiro llegó a su fin este sábado después de empezar el miércoles y llegó la hora de volver a casa.
Muchos resus -nombre con el que se alude a los fans que acuden a la cita mariñana- cogieron sus coches para regresar a sus hogares este domingo por la mañana. Y fueron tantos que la carretera de A Gañidoira sufrió un atasco durante unas dos horas.
El tráfico estuvo prácticamente parado desde Celeiro para atravesar Viveiro. A primera hora de la tarde, la circulación ya era fluida nuevamente.
