La Feira de Razas Autóctonas Galegas que se celebró el sábado en O Valadouro sirvió para que se realizase un encuentro entre Xosé Luis Rivas, Mini, diputado autonómico del BNG, con los ganaderos afectados por los ataques de la fauna salvaje en O Valadouro, sobre todo del lobo. Los ganaderos criticaron la falta de ayudas, la desproporción en las propias subvenciones entre unas reses y otras y que, en muchos casos, tienen que demostrar que el animal ha muerto cuando no hay restos.
Mini reconoce que la convivencia entre el lobo y la actividad agroganadera es posible, "pero para iso hai que indemnizar aos afectados en caso de danos en tempo e forma", comentó. En la reunión estuvieron también la responsable comarcal del BNG, Ana Ermida; Antonio Veiga, diputado provincial; Eduardo Chao, teniente de alcalde de O Valadouro, y Manuel Requeixo, alcalde de Muras, entre otros cargos del Bloque.
De esta reunión se llegó a un acuerdo por el cual tanto los ganadores como los propietarios de las comunidades de montes, donde está el ganado, pasarán un informe al Mini con más datos sobre, por ejemplo, las hectáreas ocupadas por animales.
Antonio Veiga ejemplificaba la diferencia que hay entre la ayuda que se da por la muerte de un ternero y de un potro por un lobo. "Se cobra moito máis pola morte dun poldro, que cando sexa máis grande non ten tanto valor, e moito menos por un tenreiro, que ten moito máis valor". Ana Ermida insistió en que el mayor problema con el que se encuentran los ganaderos es "a poca cuantía das axudas económicas e a problemática á hora de cobralas".
