Arroces y mucho más en el restaurante La Solana de Ribadeo

El local encara su mayoría de edad plenamente consolidada como uno de los referentes de la cocina ribadense y mariñana
José Blanco, propietario y cocinero de La Solana de Ribadeo, posa en el comedor del restaurante. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera José Blanco, propietario y cocinero de La Solana de Ribadeo, posa en el comedor del restaurante. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El restaurante La Solana de Ribadeo se acerca a su mayoría de edad, que cumplirá en junio del próximo año, consolidado ya como uno de los referentes de la gastronomía ribadense y mariñana gracias a su arroz caldoso con bogavante, que lo convierte casi en un lugar de peregrinaje durante el verano, pero también al esmero con el que cocinan pescados y carnes que atraen a locales y visitantes.

En La Solana no se duermen en los laureles del éxito de su arroz y, después de un verano "casi como el de cualquier año previo a la pandemia", buscan ofrecer distintas alternativas para atraer a su clientela, sobre todo en los fines de semana y en los puentes festivos.

"Nos apuntamos a todas las propuestas y jornadas que se organizan en Ribadeo porque pensamos que el trabajo en equipo es bueno para todos. Unos días te repercute más en tu negocio y otros menos, pero el bien de todos es al final el bien tuyo y si conseguimos que Ribadeo se convierta en una referencia, eso va a beneficiarte algún día. Además, me gusta colaborar con otra gente porque te da un plus con respecto a hacerlo tú solo, que es más monótono", explica convencido de su filosofía José Blanco, propietario y cocinero de La Solana.

Plato estrella: el arroz con bogavante 

Dentro de estas iniciativas se enmarcan las jornadas Tapeando con Acisa, en las que participaron con su tapa de palomitas de pulpo, y también ofrecieron la opción de degustar carne de vaca rubia gallega de calidad suprema.

"Las tapas están muy bien para esa gente a la que le gusta salir a tomar un vino y, además del pincho gratis, quieren pagar dos euros por una tapa que suele sorprender. En este caso fue pulpo con un pequeño adobo pasado por una tempura que hacemos nosotros. Tenía un puntito crujiente, por eso lo de palomita, y por debajo un puré de pimentón que recordaba un poco a la típica preparación gallega del pulpo", explica José Blanco.

CALIDAD SUPREMA. En cuanto a la vaca rubia, "no fueron unas jornadas propiamente dichas, sino que compramos un lomo entero de vaca rubia gallega 100% con todas las etiquetas, de calidad contrastada, lo promocionamos un poco y tuvo muy buena acogida", señala.

Variedad: apuesta por la exaltación de carnes y pescados de calidad

Blanco reconoce que las piezas que salieron de este lomo de unos 30 kilos de peso "no eran baratas, porque desde hace dos años han tenido un incremento del 20%, pero merece la pena y al final no es tan caro como pueda parecer porque realmente nadie se come un buen chuletón de kilo y medio, así que daba para dos comensales", afirma.

Además, hay que tener en cuenta que esta carne "viene marcada por unas pautas de calidad y eso al final se refleja en el precio", indica. Concretamente, "este lomo era de una vaca de entre ocho y diez años que a nosotros nos llega ya con 40 días de curación en las mejores condiciones y viene con esa grasa característica amarilla y esos sabores ahumados, curados", ensalza.

Blanco entiende que, a pesar del precio, es ideal para darse un pequeño capricho: "Si quieres probar algo especial, estas carnes lo son. De hecho, Dabiz Muñoz dijo hace poco que la vaca rubia gallega estaba al nivel o incluso por encima de la ternera de Kobe japonesa, que está considerada como la mejor del mundo".

Pero estando en las inmediaciones del puerto, los pescados y mariscos también tienen un lugar muy especial en la carta y los menús de La Solana. Y entre todos, el bogavante combinado con el arroz no tiene competencia. "En verano el arroz es lo más demandado con mucha diferencia. El 80% de las mesas llevan alguna ración de arroz, ya sea para todos o para algún comensal. Además, es un plato muy sufrido, que le vale a casi todo el mundo", destaca.

Cooperación: ve clave participar todo el año en iniciativas grupales 

El cocinero de La Solana no detecta una variación muy grande entre los gustos de los clientes de verano y el resto del año, aunque sí es cierto que "los de verano quizá quieren probar algo más típico y por eso se van al arroz", apunta.

Mucha de esa clientela llega "recomendada por los hoteles, guías o incluso aplicaciones como Tripadvisor", mientras que el cliente "de Ribadeo o la zona sabe que tenemos otro tipo de pescados y ocasionalmente esas carnes más especiales, pero en general no hay demasiado cambio porque tenemos un tipo de cocina ya bastante conocido", concluye.

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