Arranca en Croacia la reunión del ICCAT que fijará las cuotas de las capturas de atún en 2019

la flota cree que cualquier decisión fracasará si no se establece un mecanismo para el control de la capacidad de pesca

Atún en la lonja de Burela. AEP
photo_camera Atún en la lonja de Burela. AEP

La ciudad croata de Dubrovnik acoge desde este lunes hasta el 19 de noviembre la 21ª reunión extraordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, por sus siglas en inglés) en la que se prevé fijar las cuotas de capturas para 2019.

En España, la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) ha señalado este lunes en un comunicado que la flota cree que cualquier decisión fracasará si no se establece un mecanismo para el control de la capacidad de pesca en todas las flotas.

La flota atunera española ha expresado su preocupación ante la adopción de una nueva medida de gestión de la especie de atún patudo en el océano Atlántico por parte de la Iccat, debido al "alto impacto" que la reducción de capturas de esta especie puede tener en otras, tales como rabil y listado, objetivo también de la flota, debido a que en la mayoría de los lances de pesca se capturan las tres especies, y el patudo representa una menor proporción.

Según los cálculos, una reducción del 20 % de las capturas de patudo al cerco (en torno a 6.000 toneladas) representaría unos daños colaterales de unas 54.000 toneladas de rabil y listado, así como unas pérdidas económicas de, al menos, 80 millones de euros.

Según Opagac, a todo ello habría que añadir las pérdidas en términos de actividad en las fábricas conserveras, puertos de desembarco, pérdida de puestos de trabajo o necesidad de desguace, si la Comisión decidiese también limitar o eliminar la actividad de estos buques, lo que supondría la destrucción de más de 500 empleos directos.

Por otro lado, y según Opagac, entre las medidas que se recogen en los proyectos de recomendación presentados, la mayor preocupación se deriva de las consecuencias que puede tener sobre la actividad de la flota el reparto de los derechos de pesca.

Dicha organización duda de que este reparto sea efectivo hasta que no exista un mecanismo "robusto" de limitación de la capacidad de pesca en todas las flotas. En este sentido, "cualquier sacrificio será inútil" si la Iccat no adopta medidas para limitar la capacidad en el Atlántico y se asegura que "todas las partes" contribuyen a la reducción y respetan las normas adoptadas.

Para Opagac, partiendo del hecho de que sólo el 10 % de los túnidos tropicales capturados por la flota española en el océano Atlántico son atún patudo, cualquier decisión sobre la gestión de este stock debe reconocer este hecho y aplicar medidas consecuentes para minimizar el impacto sobre otros stocks.

La gestión de los túnidos tropicales debe de ser diseñada, a juicio de Opagac, de manera que las tres especies, de las que el listado supone el 60 % de la captura, el rabil el 30 % y el patudo el 10 %, sean gestionadas de manera "conjunta y eficaz". Las decisiones que adopte la Iccat, no obstante, no se conocerán previsiblemente hasta el final de esta semana.

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