Las embarcaciones de arrastre de litoral en A Mariña registran descartes de especies sujetas a cuota pero que no alcanzan la talla comercializable y que pueden ser devueltas al mar, aunque previamente deben ser contabilizadas como cantidad desechable.
Estas capturas accesorias inciden en la cantidad de cuota de especies principales, como la merluza o el gallo. El patrón de pesca de Celeiro José Pino señala que "a cota de galo por barco vén sendo un cuarto do que se necesita". Por esta razón, cada vez que hay que desechar capturas de talla inferior de la permitida debe suplirse mediante intercambios, pero además ahora la cantidad que se tira al mar resta de la cuota disponible.
Los arrastreros también están localizando una gran cantidad de raya, "pero a cantidade conxunta asignada ao Estado non chega para nada, pois esta especie é capturada por tódalas artes de pesca", explica Pino, quien además advierte que una gran cantidad de raya anotada y no pescada puede influir en las siguientes evaluaciones que efectúen los científicos. Piensa que a la vista de la situación del caladero "hai moita máis raia da que se estima".
La flota mariñana de arrastre trabaja de momento con normalidad siguiendo las indicaciones, aunque a principios de año las especies pelágicas todavía no iniciaron su migración, motivo por el que únicamente hay presencia de especies demersales en los fondos marinos. Los bancos de pescado son pequeños y se aprovechan en esta época en su totalidad.
Con las grandes migraciones de pelágicos aparecerán los primeros inconvenientes para la flota, que ve como sus cuotas se reducen día a día al tener que anotar todo lo que no puede aprovechar para la venta. La aparición del lirio, el jurel o la caballa, que ya podrían aproximarse a la frontal de la costa de Lugo durante el próximo mes, ofrecerán los primeros datos sobre la incidencia de la obligación de desembarque de los descartes.
